Maradiaga, que dirige desde el exilio la Fundación para la Libertad, expresó su solidaridad a la directora de la franquicia de Miss Universo en Nicaragua, y a su núcleo familiar, “ante las acusaciones infundadas y la persecución implacable que enfrentan bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo”.
La Policía de Nicaragua, que dirige un consuegro de Ortega, acusó a Celebertti, a su esposo Martín Argüello, y al hijo de ambos, Bernardo Martín Argüello Celebertti, de presuntamente haber cometido los delitos de conspiración para alterar la paz, incitar al odio y la violencia, terrorismo, crimen organizado, provocación, apología e inducción a la comisión de delitos a través de las tecnologías de la información y la comunicación, y propagación de noticias falsas, así como traición a la patria, y lavado de activos desde 2018.
“PARANOIA” DEL GOBIERNO. Para Maradiaga, esas acusaciones “no solo carecen de fundamento, sino que también representan una grave tergiversación y politización de eventos culturales como el certamen del Miss Universo”.
Sheynnis Palacios (23), licenciada en Comunicación de la clausurada jesuita Universidad Centroamericana, de Managua, es la primera nicaragüense que gana Miss Universo, cuya edición 2023 se celebró el 18 de noviembre en El Salvador. EFE