Durante su prédica el religioso tocó temas que tienen que ver con la emigración y migración. Además, tuvo una fuerte observación sobre la prepotencia de los elegidos por el voto popular.
En lo que corresponde al desplazamiento de paraguayos tanto fuera del país como dentro de él, recordó que la gran mayoría lo hacen por mejores condiciones de vida.
Agregó también que muchas personas desplazadas al exterior son mujeres, lo cual impacta de gran manera en la desintegración de las familias.
En la inmigración dentro del país son los hombres quienes deben dejar sus hogares y su terruño natal. Ellos llegan a la ciudad para tentar un mejor futuro.
Sin embargo, cuando ello no ocurre, no vuelven a sus pueblos y se quedan en las ciudades.
Esto recordó el monseñor, permite la formación de los cinturones de pobreza y círculos del vicio y violencia.
Indígenas. Enfatizó la situación de las comunidades indígenas y sus representantes, que llegan a la capital a reclamar necesidades básicas.
Muchos de estos habitantes de pueblos originarios viene hasta la ciudad con sus hijos. Lo hacen sin importar el frío intenso de estos días, enfatizó el Monseñor Escobar.
Sin embargo, cuando sus representantes van hasta las autoridades para realizar sus reclamos históricos, la respuesta es el maltrato, dijo.
“Recientemente, hemos escuchado con mucho dolor que sus propios representantes ante el parlamento deben ser tratados mal, con palabras irreproducibles por algunos legisladores que para colmo fueron elegidos por el pueblo para servir al pueblo y no maltratar o tratarles peor que un paria. Ellos también son paraguayos como nosotros”, expresó Monseñor Escobar.
Mencionó también que sobre todo en los últimos meses se ha sido visto en las instituciones públicas el retroceso moral, político y económico.
“Tenemos que preguntarnos todos como hijos de Dios y paraguayos, si no nos merecemos contar con instituciones públicas , creíbles, sustentables, donde el personal sea profesional, sobre todo trate bien a su patrón que es el pueblo quien lo eligió”
El referente del Vicariato del Chaco pidió a las personas seguir el ejemplo de Jesús, que no solo hace de la misa un rito, sino también acción de amor al prójimo.
Durante la homilía también fue recordado el 50° aniversario de la presencia de los scalabrinianos en Paraguay. Dicha comunidad trabaja de cerca con emigrantes y migrantes en todo el mundo.