19 abr. 2024

“Nunca fui parte del cartismo, no hice campaña ni trabajé para sus empresas”

La ex ministra es figura clave para la concertación por su casi confirmado acuerdo para acompañar a Efraín Alegre. Vinculada al sector privado, asegura empatizar con las clases populares y rechaza la corrupción. Por @ruthbenitezdiaz.

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Proyecto. Soledad Núñez rechaza la encuesta como forma de elección de una chapa y apoya una interna a padrón abierto.

Joven y determinada, pero precavida. La ex ministra de la Vivienda, Soledad Núñez, rechazó rotundamente ser parte del cartismo y se posicionó al margen de cualquier movimiento político. Como candidata a la Presidencia, se mostró preocupada por el problema de acceso a la tierra y la marginalización del norte del país. Esta semana, podría anunciar una candidatura con Efraín Alegre. Al igual que el liberal, y a diferencia del sector de Kattya González, rechaza la encuesta y prefiere una interna.

–¿Cómo observás el avance del intento de acuerdo de la oposición para la concertación?

–Vemos con mucha esperanza y optimismo la construcción de la concertación. Es una oportunidad histórica que nos va a permitir madurar democráticamente. No solo queremos ganar, queremos gobernar bien y la concertación es un instrumento superpotente para lograrlo. Por otro lado, no creo que las encuestas sean el instrumento más democrático y legítimo para definir algo tan importante como una chapa presidencial. Nosotros creemos que tenemos que ir a unas internas en diciembre, a padrón abierto, que permitan a la ciudadanía decidir los candidatos de la concertación.

–Tuviste un acercamiento importante con Efraín Alegre. ¿Cuáles son las conversaciones que mantienen ante la posibilidad de formar una dupla y bajo qué términos cerrarían el acuerdo?

–Estoy dialogando con todos los precandidatos y precandidatas, así como con líderes sociales, empresariales y culturales de todo el país. Mi proyecto es la construcción de una candidatura a la Presidencia de la República y en esta semana estaría compartiendo novedades con la ciudadanía. Por mucho tiempo rehuí de una participación electoral y me concentré en aportar al país desde la sociedad civil, la academia y el sector privado. Hoy siento que inevitablemente tenemos que involucrarnos con la política si queremos que las cosas mejoren en Paraguay y estoy convencida de que juntos podemos lograr cambios profundos y trascendentales.

–Tus últimas reacciones discursivas apuntan a rupturas con el sector cartista. ¿Se da también esta separación en el entorno empresarial?

–Nunca fui parte del cartismo ni de ningún movimiento político. Mi compromiso al frente de la Senavitat fue con el país y con la necesidad de vivienda que afecta a gran parte de la población. Creo en el respeto a la institucionalidad y en la necesidad de contar con ministros o ministras que no respondan a poderes fácticos y que su única prioridad sea el interés general.

¿Qué opinás de las declaraciones de la UIP y otros gremios sobre la ley Riera? ¿Creés que se debe criminalizar la protesta?

–Me preocupa que no estemos abordando los problemas sociales de fondo que afectan a una parte de la sociedad. El Congreso puede aprobar las leyes que quiera, pero eso no siempre es sinónimo de solución. Para que no existan más cortes de ruta, debemos resolver los problemas de la gente con políticas públicas efectivas. Si existe un conflicto es porque no hay política, es decir, no se están gestionando los problemas sociales que terminan llevando la situación al extremo. Claro que el libre tránsito se debe garantizar en la República, pero acá el problema es la poca visión, incapacidad de algunos actores y limitación del Estado.

–Kattya González pidió acciones como prueba de que tu figura no representa el continuismo del Gobierno de Cartes. ¿Cuál es la prueba de que realmente Soledad Núñez no es cartista?

–Todas las personas que siguieron de cerca mi trabajo conocen muy bien mis motivaciones personales y la gente entiende el rol que cumplí en la administración anterior. Existen suficientes pruebas basadas en las decisiones que tomé. No hice política para Cartes, no me afilié al partido, no hice campaña para la reelección, nunca trabajé para sus empresas.

–Como aspirante a la presidencia, ¿cuál es la base, movimiento o partido que propondría tu candidatura, ya que una figura sin estructura no es viable electoralmente?

–Estamos construyendo una articulación histórica entre movimientos y partidos independientes a nivel nacional como coalición dentro de la concertación. En los recorridos a nivel nacional nos damos cuenta de que existen fuerzas políticas organizadas que no responden a los clanes políticos tradicionales. Nuestra misión en este momento es construir una red que aglutine experiencias, estructuras y voluntades que dé soporte a la candidatura.

–¿Cuál es tu propuesta para los sectores populares teniendo en cuenta que tu perfil está más bien vinculado al sector empresarial y conservador?

–A los 15 años inicié mis trabajos en barrios populares de Asunción enseñando matemáticas en escuelas del Bañado Sur y Pelopincho. Esa experiencia me hizo ser consciente de mis privilegios y desarrollar un sentido de responsabilidad como individuo en la sociedad. En la Facultad de Ingeniería milité en el Frente Independiente de Estudiantes de Ingeniería. En esos años luchamos por la independencia de la UNA, el bienestar estudiantil y varias causas sociales. Como ingeniera, a los 25 años trabajé en colonias rurales campesinas en Concepción y San Pedro construyendo escuelas para la Fundación Fe y Alegría. La ausencia del Estado y la marginalización del norte del país, fueron siempre temas muy presentes en mi desarrollo profesional. En Un Techo para mi País trabajé en cientos de asentamientos populares en zonas urbanas y rurales de los Departamentos de Central, Caaguazú, Alto Paraná e Itapúa. La vivienda de emergencia social era un elemento de denuncia ante la falta de efectividad de nuestras políticas públicas de acceso a la tierra y a la vivienda. Desde el Gobierno lideré el Plan de Reducción de Pobreza en la STP y las políticas nacionales de vivienda social desde la Senavitat. Hoy estamos conversando con varios líderes sociales construyendo colectivamente una propuesta sólida para los sectores populares.

–En el marco de la concertación, ¿cómo es tu relación con el Frente Guasu y qué opinás del Ñemongeta?

–El Ñemongeta, desde mi perspectiva, es una propuesta de diálogo, encuentro y participación que suma a nuestra democracia. Tuve conversaciones interesantes con algunos referentes del Frente Guasu y mantenemos una buena relación. Cada organización política es libre de fortalecer su estructura de la mejor manera que considere.

–¿Creés que deben recuperarse las tierras malhabidas y qué debería hacer la clase política al respecto?

–Hay que limpiar la corrupción histórica de las instituciones que deben regir los problemas de acceso a la tierra y de paso romper con el clientelismo que genera la clase política. La corrupción se puede erradicar si existe voluntad política y determinación. En la Senavitat impulsamos denuncias ante la Fiscalía que derivaron en condenas inéditas. Vamos a hacer todos los cambios con responsabilidad dentro del marco legal.

–Bachi Núñez atacó recientemente tu postura sobre el puente de Chaco’i, ¿cómo es tu relación con referentes cartistas actualmente?

–No tengo ningún tipo de relación con este sector.

Existen suficientes pruebas de que no soy cartista. No hice política para Cartes, no me afilié al partido, no hice campaña para la reelección.

Para que no existan más cortes de ruta, debemos resolver los problemas de la gente con políticas públicas efectivas. Soledad Núñez, ex ministra de Senavitat.

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