“Al pueblo hermano de México, quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la Justicia no se negocia, y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”, escribió el mandatario ecuatoriano en un comunicado difundido en su cuenta de X.
El gobernante defendió su decisión de irrumpir el viernes por la noche en la legación mexicana, argumentando que no podía correr “el riesgo de una inminente fuga”.
“No podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados, involucrados en crímenes muy graves”, expresó Noboa.
Más temprano, la canciller Gabriela Sommerfeld señaló en una entrevista con el canal Teleamazonas que su país está abierto a “restablecer relaciones” con México.
México rompió sus canales diplomáticos con Ecuador el sábado después del asalto policial a su Embajada en Quito para detener a Glas, quien se encontraba en la legación en calidad de refugiado desde diciembre.
Quito sostiene que el asilo concedido por parte de México a Glas, de 54 años, es “ilícito”, pues es investigado por un delito común (peculado por obras de reconstrucción). En el 2022, el ex vicepresidente salió de la cárcel tras cumplir cinco de los años a los que fue condenado por corrupción.
INTENTO DE SUICIDIO. Glas habría intentado suicidarse con una sobredosis de medicamentos y habría sido tras-lado a un hospital de la ciudad costera de Guayaquil. Según la emisora Radio Pichincha, que cita fuentes cercanas al movimiento Revolución Ciudadana, al que pertenece Glas, el político habría sido trasladado al Hospital Militar, en Guayaquil. AFP-EFE