Las niñas, niños y adolescentes hicieron un llamado a “ver, escuchar y actuar” en el cierre de la Semana por los Derechos 2025. A través de dinámicas, reflexiones y expresiones culturales, reafirmaron que sus voces son indispensables para transformar el presente y garantizar un presente con justicia y dignidad.
Siete fueron los derechos priorizados, entre ellos cabe citar: Protección ante las violencias, participación protagónica, educación integral de la sexualidad, educación de calidad, acceso a la tierra y ambiente sano, trabajo digno, y salud mental e inclusión.
El evento se realizó hoy, en el Puerto de Asunción, y reunió a representantes de trece organizaciones de la niñez y la adolescencia, quienes compartieron sus realidades, demandas y propuestas, según un comunicado institucional.
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Los adolescentes compartieron las conclusiones de seis meses de debates en espacios de diálogo presenciales y virtuales. Durante la actividad, estuvieron presentes representantes de organizaciones de la sociedad civil, familias, de la academia, de la Comuna capitalina, de distintas instituciones del Estado y agencias de cooperación.
¿Qué exigen las niñas, niños y adolescentes?
En el manifiesto presentado hoy, las y los participantes expresaron de manera clara y directa lo que esperan de las instituciones y autoridades del país.
Entre ellos se destaca el pedido de protección ante las violencias.
“Exigimos que las Codenis respondan a nuestras necesidades reales y nos acompañen de manera oportuna, que el MEC garantice escuelas seguras, donde podamos aprender y participar sin miedo a la violencia ni al acoso y que el Minna deje de ser una institución ausente y lidere la protección efectiva de nuestros derechos”, dice el manifiesto.
Con relación a la participación protagónica solicitan: “Que nuestras voces tengan un impacto real en las decisiones, y que no se nos convoque solo para la foto. Que la participación sea abierta e inclusiva, y no limitada a unos pocos seleccionados”.
Sobre el tema de educación integral de la sexualidad (EIS) se posicionan de la siguiente manera: “Exigimos que el MEC garantice el derecho a la Educación Integral de la Sexualidad desde los primeros años, incorporándola en la malla curricular, con información clara sobre sexualidad, abuso, acoso y bullying”.
Tierra y medioambiente fue otros de los posicionamientos. “Exigimos que ninguna obra o inversión se haga a costa del desplazamiento de comunidades ni de la degradación de la tierra y el medioambiente” y exigimos “frenar los desalojos forzosos y garantizar la titulación de las tierras de asentamientos rurales y campesinos”.
Acerca del trabajo digno, exigieron promover políticas públicas. “Que generen un trabajo digno para adolescentes y eliminar el estigma hacia niñas, niños y adolescentes trabajadores. Verificar los espacios de trabajo y sancionar los casos de vulneración”.
Salud mental e inclusión también fueron otros de sus reclamos. “Exigimos educación intercultural real para los pueblos indígenas, construida con ellos, en sus lenguas y desde sus cosmovisiones” y “que ningún estudiante sea discriminado por orientación sexual, identidad de género o forma de expresión”.
En ese contexto, las niñas, niños y adolescentes pidieron a las autoridades que no minimicen su capacidad de participación y de comprender la realidad en la que viven con sus familias en los distintos puntos del país.
Por otra parte, hicieron énfasis en que “ningún niño, niña o adolescente es una persona incompleta. Lo que nos falta es que toda la sociedad, en especial las instituciones del Estado dejen de mirarnos desde el adultocentrismo; que nos escuchen y atiendan a nuestras exigencias, porque todos somos capaces de pensar, de opinar y de exigir lo que necesitamos”.
Además, en el marco del evento distribuyeron “El País que Soñamos”, un diario ficticio pensado por las y los adolescentes. En sus páginas describen cómo se verían las noticias en Paraguay si sus derechos estuvieran plenamente garantizados.
El cierre incluyó dinámicas grupales, un trabajo intergeneracional en torno al “Tajy de los Derechos” y un mural colectivo con la consigna “¿Qué necesita nuestra comunidad para florecer?”, recordando que la comunidad salva vidas y que la protección de la niñez no es opcional, sino una responsabilidad.
Un espacio de diálogo colectivo
El Espacio de Diálogo de niñas, niños y adolescentes 2025 estuvo conformado por organizaciones y grupos de niñas, niños y adolescentes.
Esta campaña, que se realiza anualmente desde 1994, es impulsada por la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA) y contó con el apoyo técnico de la Mesa Interinstitucional, integrada por varias instituciones del Estado y organizaciones no gubernamentales.