06/05/07
Nada más conocerse la noticia, más de 3.000 seguidores de Safrkozy reunidos en la emblemática plaza de la Concordia manifestaron su alegría por la victoria del líder conservador.
El candidato y líder de la conservadora y gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP) será el sexto presidente de la V República, que empezó con la Constitución de 1958.
Según los sondeos, la participación ha sido la segunda más alta de una segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
Cerca del 86% de los electores habrían acudido este domingo a las urnas, frente al récord del 87,3% alcanzado en la segunda vuelta de 1974 cuando fue elegido presidente el centrista Valéry Giscard d’Estaing, con sólo un 50,8% de los votos frente al socialista François Mitterrand.
El pasado 22 de abril, en la primera vuelta de estos comicios, la participación fue también muy alta y alcanzó el 83,77%.
El récord de apoyo electoral lo ostenta el presidente saliente, Jacques Chirac, quien fue elegido en 2002 con el 82,2% de los votos.
Aquellas elecciones fueron excepcionales pues se produjo una movilización unitaria sin precedentes de todos los demócratas para cerrar el paso del Elíseo al ultraderechista Jean-Marie Le Pen.
En la elección para su primer mandato en 1995, Chirac había cosechado el 52,6% de los sufragios, frente al socialista Lionel Jospin, quien obtuvo el 47,4% restante.
Al margen de las elecciones atípicas de 2002 y el récord obtenido por Chirac en 2002, el presidente francés que más apoyo consiguió en las urnas fue su mentor, el conservador Georges Pompidou, quien cosechó el 58,2% de los sufragios en 1969.
Una vez confirmados los resultados, Sarkozy tendrá un máximo de una decena de días para entrar en el Elíseo, ya que oficialmente el cargo de Chirac expira a la medianoche del próximo 16 de mayo.
Sarkozy ha dicho que se tomará unos días de “retiro” para “empaparse” de la función de jefe de Estado y que no contempla hacer el traspaso de poderes antes del día 16.
Con él llega una nueva generación política al poder supremo y además con ganas de renovar las prácticas y los usos y costumbres.
Sarkozy desea hacer reformas en Francia, especialmente económicas, y subraya la necesidad de “liquidar” el espíritu de Mayo del 68 para acabar con los “bloqueos” y la “impotencia pública” y relanzar “la moral, la autoridad, el trabajo y la nación”.
Una de sus primeras labores será la de nombrar a un primer ministro y rodearle de un equipo paritario de catorce ministros, preparar las elecciones legislativas del 10 y 17 de junio, y plasmar su primeras medidas.
Entre los mejores situados para ejercer la jefatura del Ejecutivo están, según los analistas, su consejero político François Fillon y los ministros de Cohesión Social, Jean-Louis Borloo, y de Defensa, Michele Alliot-Marie.
En el caso de que los franceses le den una mayoría parlamentaria en las elecciones legislativas del 10 y 17 de junio, Sarkozy ha dicho que inmediatamente propondrá cuatro conferencias para septiembre: sobre la igualdad salarial, contrato de trabajo único, mejora de las condiciones de trabajo y la democracia social.
El segundo día en el cargo lo dedicará al medioambiente y el tercero hará dos viajes a Bruselas y Berlín.
Además, convocará una sesión extraordinaria del Parlamento en el verano para aprobar una ley que establezca servicios mínimos en los transportes en caso de huelga y otra que endurezca las penas contra los delincuentes reincidentes.
A nivel de representatividad de Francia en el exterior, la primera responsabilidad que tendrá que afrontar el nuevo jefe de Estado será la cumbre del G-8 en Heiligendamm (Alemania), del 6 al 8 de junio, y el Consejo Europeo de Bruselas del 21 al 23 de junio. EFE