Me llamo Nicolás Mercado Rotela, soy oriundo de la ciudad de Minga Guazú, Alto Paraná, y actualmente resido en Ciudad del Este. Soy médico especializado en Medicina Familiar y diabetólogo. Terminé mi carrera de Medicina en Corrientes, Argentina, y luego en Paraguay seguí capacitándome en las especialidades.
Estoy hace 25 años trabajando en el Instituto de Previsión Social (IPS) y hace 10 años que me dedico a cantar y llevar shows a los pacientes en los pasillos para brindarle un poco de calidez humana. Además, formo parte de la Fundación Dr. Payasonrisa Paraguay, en la cual los médicos nos vestimos con nariz y pelucas de payasos para llevar una sonrisa a las personas que se encuentran en los hospitales aquejadas por alguna enfermedad y brindar esa contención emocional que requieren los familiares y también el personal de salud.
Mi infancia fue bastante dificultosa, pero aún así, yo considero que crecimos muy bien. Yo soy de una familia muy numerosa, somos 14 hermanos y mis padres apenas eran agricultores y en el año 1958, aproximadamente, ellos se instalaron en Minga Guazú, en aquella época era todo monte, selva y solamente quedaba cultivar la tierra. Él sembraba soja, maíz mandioca, también teníamos vacas y ordeñábamos. Yo me acuerdo que a los 12 a 13 años yo llevaba leche hasta Ciudad del Este para recaudar un poquitito de dinero porque era una etapa bastante complicada. Luego, cuando terminé el colegio, mis padres decidieron lotear una parte de nuestro terreno y ahí se consiguió un poquitito de dinero y fue en ese entonces que tuve posibilidad de irme a la Argentina para estudiar Medicina.
Carrera en Medicina
Cuando terminé el colegio me quedé como dos años sin estudiar nada porque no me decidía qué estudiar y se me cruzaron por la mente numerosas carreras.
Después en un cierto momento hice un viaje a la ciudad de Eldorado, Argentina y ahí tuve contacto con algunos amigos y vecinos que eran médicos y me entusiasmaron para seguir la carrera de Medicina. Recuerdo que me decían “Che, paragua, yo te veo a vos como doctor. Y yo les pregunté: ¿En dónde puedo estudiar medicina en Argentina y me dijeron que en la ciudad de Corrientes, ahí fue que me decidí por optar la carrera, ellos me asesoraron porque yo era extranjero y eso me ayudó muchísimo. Recuerdo que éramos 1.500 los candidatos y solo 700 eran los cupos para ingresar y tuve la suerte de quedar seleccionado y aprobar ese durísimo examen de ingreso y fue así que empecé la carrera de Medicina y descubrí que definitivamente era lo mío.
Estudiar en el extranjero puedo decir que fue uno de los momentos más difíciles de mi vida porque era triste estar fuera del país, lejos de los padres, no poder venir a menudo porque era muy lejos y venía solamente para Navidad y Año Nuevo porque no teníamos tiempo, además era muy caro el pasaje para venir frecuentemente a mi casa.
Alegría en hospitales
Yo soy músico empírico porque nunca practiqué a tocar la guitarra o algún instrumento musical, pero siempre me gustó cantar. Un día hace aproximadamente 10 años me puse a reflexionar y dije: Algo más yo tengo que aportar, algo más yo tengo que incluir en mi desempeño médico aparte de lo que es tradicional, de atender un paciente, de prescribir medicamentos y fue así que me decidí a implementar una dinámica musical en los pasillos, porque cuando uno entra a una sala de espera de cualquier hospital, ya sea privado o público, ya se siente ese ambiente de angustia y el rostro de los pacientes ya se observa que están preocupados.
Desde ese entonces, canto canciones folclóricas en guaraní en conjunto con músicos unos 5 a 10 minutos antes de comenzar mi consultorio. Yo hablo mucho en guaraní con mis pacientes porque en la gran mayoría son de la tercera edad y hablan bastante bien.
A la gente le gusta mucho la música paraguaya y fue así que continúe con esta actividad y comencé a solicitar a amigos guitarristas, arpistas, y acordeonistas para que me acompañen.
Además, yo tengo una nariz de payaso y formo parte del grupo Payasonrisas y visitamos a los pacientes y tratamos de poner un ambiente de ánimo. Yo siempre le digo a la gente que tenemos que buscar una manera para que uno mismo trate de minimizar los problemas y no desesperarse, porque la salud física depende mucho de la salud mental y es fundamental cuidar el estado de ánimo.
Mi sueño es crear algún día una oenegé para poder ayudar a la gente de la tercera edad porque merecen un trato digno y cálido porque lastimosamente veo que acá en Paraguay no se le da mucha importancia a los ancianos. No es necesario que todos los médicos sean músicos para marcar la diferencia, pero hay montones de otras maneras de hacerle sentir bien al paciente, es nuestra finalidad.
Mi sueño es crear algún día una oenegé para poder ayudar a la gente de la tercera edad porque merecen un trato digno y cálido porque lastimosamente en Paraguay no se les da mucha importancia.