En el grupo, con llegada prevista este jueves a Roma, no figura el obispo Rolando Álvarez, una de las voces más críticas de la Iglesia Católica de Nicaragua contra el Gobierno de Daniel Ortega y quien ha preferido la cárcel al exilio.
“Puedo confirmar que se le ha pedido a la Santa Sede recibir a 12 sacerdotes de Nicaragua, recientemente excarcelados”, aseguró en Roma a la prensa el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.
La noche del miércoles, el Gobierno de Nicaragua anunció en un comunicado que logró un “acuerdo” con la Santa Sede “para el desplazamiento hacia el Vaticano de los 12 sacerdotes que, por distintas causas, fueron procesados”.
“La Santa Sede ha aceptado serán acogidos por un funcionario de la Secretaría de Estado por la tarde y alojados en alguna de las dependencias de la Diócesis de Roma”, agregó Bruni.
Aunque el Gobierno no precisó los cargos por los que fueron procesados los 12 sacerdotes, medios opositores dijeron que al menos dos cumplían prisión tras haber sido condenados por delitos comunes en cuestionados juicios en 2022 y que otros estaban en celdas de la policía o bajo arresto de “casa por cárcel” en locales de la Iglesia.
Las relaciones entre la Iglesia Católica y el Gobierno se deterioraron en medio de las fuertes protestas de 2018 contra Ortega, que se extendieron por al menos tres meses con bloqueos de carreteras y choques entre opositores y oficialistas, y dejaron más de 300 muertos, según la ONU.
El Gobierno consideró las protestas como un intento de golpe de Estado promovido por Washington, mientras que Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, así como organismos internacionales, lo acusaron de reprimir a la oposición.
Varios religiosos han sido conminados a abandonar el país o han sido acusados en tribunales, como Álvarez, obispo de Matagalpa, condenado el 10 de febrero a 26 años y cuatro meses bajo cargos de propagación de noticias falsas y desacato, entre otros.