Por medio del manejo ilegal de la Cuenta Única, Nenecho utilizó a su antojo el dinero de los asuncenos. Según el informe de la intervención liderada por Carlos Pereira, la gestión del ex intendente desvió G. 449 millones del dinero del bono G8 (G. 360.000) para pagos ilegales de reposición de caja chica, realizados entre 2022 y 2023.
Nenecho llegó a repartir entre G. 25 a G. 30 millones a sus directores. Debido a estos pagos, se pudo verificar que dichos funcionarios hicieron compras a firmas que no pudieron ser ubicadas por el equipo de la intervención. Es el caso de la firma Central, de Marcos Goldenberg, que no se ubica en la dirección declarada en su factura. De este lugar, la Administración hizo compras que llegaron hasta G. 2 millones por cajas de cartón y otros elementos.
El dinero de los bonos también cubrió gastos por compra de lomitos de hasta G. 873.000 a la firma Más Carne SA. Este gasto fue considerado “no razonable” por la intervención.
La compra de lomitos fue realizada en 2022 por Fernando Chávez, desde la Dirección de Servicios Urbanos. Este funcionario también hizo compras de carne del Autoservicio José Adrián, comercio que tampoco fue hallado por la intervención.
El informe revela además que hubo empresas beneficiadas con el G8 que no declararon ventas a la Municipalidad. Una de ellas es 19 de Enero SRL, que recibió G. 177 millones del G8 y cuya factura N° 001-002-001940, emitida a la Comuna, “no obra en registro de la DNIT - Planilla RG90”.
En un pago de G. 97 millones por compra de materiales de construcción para el Jardín Botánico, la intervención observó que no hay un documento que informe en dónde se aplicaron los materiales comprados.
Otra empresa que no declaró ventas es Distribuidora Paraguay, de Rosa Mabel Capli, a la que se pagaron ilegalmente G. 197 millones del dinero desviado. El informe expone una factura irregular de la firma con numeración 007-001-002230, en la que se registra una compra de 38.916 unidades de leche por G. 200.417.400.
Según una planilla de observaciones de los pagos con el G8, se carece de firma de entrega de las unidades de leche en las planillas que sirven para registrar la distribución. La intervención tampoco encontró un informe referente al destino de las cantidades de leche que no fueron entregadas. Esta observación también compromete a un pago de G. 258 millones a la firma El Castillo SA.
Otra firma fantasma que recibió pagos ilegales es Prestigio del Sur SRL, que recibió G. 2.796 millones del G8 y ni siquiera se encuentra en la dirección declarada en las facturas que facilitó la Comuna al equipo de la intervención.
El gasto descontrolado de los bonos también se refleja en la compra de combustible de la proveedora Raizen SA. La Comuna entregó G. 6.775 millones del G8 a dicha empresa, pero en una compra de G. 2.612.288.777 no determinó si el combustible se usó únicamente en vehículos de la institución o para servicios municipales, según verificaciones del equipo interventor.