El rubro que sustenta la economía de la zona es sin duda la ganadería que por las condiciones climáticas pasa por uno de los peores momentos, pues los animales ya no disponen de sitios para dormir.
El ingreso del frío, más los campos inundados, pone en alerta principalmente a los pequeños ruralistas. Según Fidel Encina, de San Juan de Ñeembucú, la mortandad ya se hace sentir con fuerza. “Estamos tratando de salvar a nuestros animales de cualquier forma”.
Dijo que es preocupante la situación y desalentador el panorama lo que obliga a los ganaderos a mover sus animales a zonas secas, que por lo general alquilan.
Cuantioso daño. Aún no es posible concluir la cuantificación de los daños e impactos que deja esta inundación en la vida de los lugareños.
Los distritos de San Juan de Ñeembucú, Guazú Cuá, Tacuaras y Pilar son los lugares con mayores daños y pérdidas, y la recuperación tras la inundación aún no es posible en Ñeembucú.
Con solo recorrer los distritos se evidencia que las pérdidas en la agricultura, destinadas mayormente a la alimentación familiar son cuantiosas, lo que agrava la crisis social provocada por las inundaciones en todo el Departamento de Ñeembucú.
El clima continúa afectando con severidad al duodécimo departamento, también afectando los caminos. La compañía Laguna Itá, de San Juan de Ñeembucú, se encuentra totalmente aislada, el camino en gran parte esta bajo agua, hace días y los pobladores solo pueden salir del lugar con ayuda de tractores.
Aldo Armoa, intendente local, reconoció el reclamo de pobladores aislados y sostuvo que el clima aún no permite el ingreso de maquinarias para recuperar los caminos.