El pastor evangélico Rudy Palacios Vargas habría sido detenido el 17 de julio, en Jinotepe, Nicaragua, junto a Jessica Palacios Vargas, Pedro López, Armando Bermúdez Mojica y Olga María Lara Rojas, también evangélicos.
Según un comunicado de la Oficina de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se encontrarían en situación de desaparición forzada.
En el comunicado, instan al Gobierno de Nicaragua a liberar de inmediato a todas las personas detenidas de manera arbitraria, por motivos políticos, así como a informar a sus familiares sobre su paradero y a garantizarles atención médica.
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Además, pidieron a las autoridades que respeten y garanticen el derecho a la libertad de religión o creencias, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.
En base a reportes de la sociedad civil, por lo menos 54 personas (7 mujeres y 47 hombres) estarían detenidas arbitrariamente en Nicaragua, y las detenciones formarían parte de un patrón más amplio de arrestos. “15 de estas personas se encontrarían en situación de desaparición forzada”, reza el documento.
Desde julio, al menos 11 personas han sido detenidas, supuestamente por ser consideradas de oposición en la política nicaragüense y, en algunos casos, se desconocería su paradero.
La agencia de noticias católica ACI Prensa, en un artículo firmado por Walter Sánchez Silva, consideró esta situación como “una nueva arremetida contra la libertad religiosa, la libertad de expresión y los derechos humanos”.
Agrega que para la organización Christian Solidarity Worldwide (CSW), otras tres personas habrían sido detenidas: Arely Palacios Vargas, también hermana del pastor Rudy; y Mauricio Alonso Prieto (padre) y Mauricio Alonso Prieto (hijo).
“El pastor Palacios Vargas ha sido un crítico abierto del gobierno desde las protestas de 2018, cuando condenó la violencia gubernamental contra los manifestantes, la mayoría estudiantes”, explicó la organización.
Según el artículo, Palacios Vargas tuvo que huir de su país por amenazas de muerte y “dos días después, al menos tres miembros de su iglesia fueron asesinados por las fuerzas de seguridad y paramilitares”.
“En 2019, la Asociación de Iglesias La Roca de Nicaragua, que mantenía seis sucursales en Carazo y otros departamentos de la costa del Pacífico, fue despojada arbitrariamente de su personería jurídica”, agregó CSW.
“Tras ser diagnosticado con cáncer, el pastor Palacios Vargas regresó a Nicaragua en diciembre de 2020. Desde enero de 2021 estaba bajo estrecha supervisión policial, lo que equivale esencialmente a arresto domiciliario”, indica la organización cristiana, siempre según ACI Prensa.