En aquella ocasión, varias comunidades rurales se inundaron, a raíz de intensas precipitaciones y la falta de canalización del agua pluvial. Esta situación de anegamiento se repitió en abril pasado.
Pasaron ocho meses del pedido de inspección que hiciera la Junta Municipal de Pilar y el MOPC brilla por su ausencia. Esto fue lo que exteriorizó el concejal Marcos Benítez, quien trató de “mentirosa” a la ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión. Ella se había comprometido a enviar un equipo técnico para una revisión de la Fase A de esta megaobra, ya terminada.
Centurión dijo que buscarían una solución al manejo hídrico, específicamente, en las compuertas de Yataity.
Las compañías Medina, Valle Apuá, Cambá Cuá y Yataity se vieron afectadas por el desborde del arroyo Ñeembucú, el cual desemboca en el río Paraguay a través del señalado sistema de compuertas.
A este pedido, se suma la necesidad de inspección de la ruta Gral. Díaz, en zona de la circunvalación, ante los reiterados accidentes en el lugar. Aseguró que ya enviaron 20 notas, pidiendo la intervención del MOPC. “Ahora ni siquiera contesta las llamadas del intendente”, disparó el edil.
Ante la grave situación, dijo, volverán a Asunción para conseguir una audiencia con la ministra Centurión. También confirmó que varios dirigentes políticos nacionales le han bajado el pulgar a la referida secretaria de Estado por “ningunear los pedidos”.
REPRESAMIENTO. El Ing. Diego Gómez, del consorcio CTC –firma que tiene a su cargo la obra–, explicó que la acumulación de agua responde al represamiento generado por obras construidas sin el rigor técnico. Esto incluye caminos vecinales y alcantarillas que impiden que las aguas corran con normalidad.
Identificaron –dijo– dos sitios de mayor represamiento: la compañía Valle Apuá y en Potrero Piru, donde las aguas acumuladas están represadas por varios terraplenes.
Gómez sostuvo que a través del canal de derivación, la compuerta instalada en el dique de Yataity, el desplazamiento del agua es normal.