La ministra resaltó que el potencial del bloque, como mercado ampliado y plataforma de relacionamiento con el mundo, “está altamente desaprovechado. El Mercosur está necesitando un shock de adrenalina”, subrayó.
Y es que hasta ahora el bloque sudamericano “no logró facilitarnos el acceso a los grandes mercados extrazona”. No tiene acuerdos comerciales con ninguno de los países o grupos de países que hoy dinamizan la economía internacional.
A su criterio, tenemos un Mercosur con exceso de regulaciones, “que se cerró en sí mismo”, que, con el argumento de erigirse en una “barrera protectora” frente a las importaciones desde terceros mercados no hacía más que limitar sus propias exportaciones. “Pasamos de crear comercio a desviarlo. Lo que es peor aún, nuestra unión es una unión aduanera bastante imperfecta”.
Sumó el arancel externo común relativamente alto para los estándares internacionales que, por su alta dispersión y excepciones, “dificulta la operatoria de nuestras empresas”. Adelantó que su país presentará en el próximo semestre lineamientos generales para una revisión integral del arancel. Propuso impulsar una modernización institucional del Mercosur que, respetando su esencia intergubernamental, facilite sus procedimientos para la adopción de decisiones. Que esta actualización también se imprima en la agenda externa del Mercosur con la aplicación de nuevas modalidades de negociación, más flexibles.