El álbum rinde homenaje a la guarania de José Asunción Flores, con una reinterpretación de seis obras emblemáticas del repertorio floriano.
El artista lleva este género musical, patrimonio universal, por el terreno de la guitarra clásica, un instrumento asociado a la música de Agustín Barrios, esta vez pone voz a la guarania.
Acosta comenta que el primero en conectar estos dos mundos fue Cayo Sila Godoy, quien en la década del 40 del siglo pasado hizo una serie de experimentos aprobados por José Asunción Flores, de interpretar las guaranias en este instrumento de manera solista.
Acosta tomó el legado de Cayo Sila Godoy reconstruyendo el arreglo de India. Un trabajo de “filigrana auditiva” que le llevo 3 años de labor con las grabaciones de Godoy, dado que la partitura hasta el momento se encuentra desaparecida.
El trabajo encendió la chispa al artista de generar sus propios arreglos de guarania: “Sila Godoy me enseñó a hacerlo, y decidí continuar por este camino poco explorado en la guitarra paraguaya”.
Se sumaron a esta lista obras como: Gallito Cantor, Ne rendápe aju, Nde ratypykua, Ñemity, Guyrau y la versión de Godoy de India .
Este material tuvo un gran contenido audiovisual, que el artista lo hizo tanto en Paraguay como en España (país donde reside).
Acosta comenta: “La guarania es un patrimonio universal, hay miles de paraguayos viviendo en el exterior y creo que nuestra música debe eso, comenzar a tener otra identidad visual aparte de las escenas típicas del Paraguay colonial”. El primer videoclip se filmó en el Asunción Palace Hotel (ex Hotel Cosmos) revindicando el lugar que vio nacer la guarania en 1925 tras la audición de Jejui. Los demás videos fueron rodados en España y Paraguay.