El anuncio realizado por Grassi estaba lleno de optimismo y de alegría para él y sus colaboradores, por lo que Última Hora le consultó al empresario si esta buena recaudación obtenida en estos meses de arduo trabajo podría ser un indicador del mejoramiento económico del país. El dirigente gremial gastronómico expresó que si bien resulta alentadora la mejora financiera alcanzada, principalmente en diciembre, la recuperación no es igual para todos, pues hay muchas empresas quebradas y que no pudieron levantarse de nuevo de la crisis. Ante este panorama, sigue siendo prematuro para él hablar de una repunte o despegue económico pos-Covid-19. “Por supuesto que diciembre mueve mucho, no a nuestro sector, sino también para eventos, turismo, son meses fortísimos. Pero creo que esto no es aún un indicador de que habrá un gran boom económico para los próximos meses, pero hay una tendencia de que sí podría mejorar”, dijo.
Agregó que, en realidad, se debería esperar a ver cómo reacciona la economía en marzo cuando terminen las fiestas y las vacaciones de verano.
Señaló también que como la economía paraguaya es muy dependiente del campo, resultarán auspiciosas la evolución del precio internacional de la soja y la buena zafra de este año, después de las lluvias del último mes, que pueden contribuir a un nuevo despegue financiero.
“Creemos que en este nuevo año, si todos los indicadores se dan, podremos ver ese repunte en unos meses, pero tenemos que tener en cuenta una cosa, ‘el daño está hecho’, hay muchas empresas quebradas, que no se pudieron levantar. Si bien algunas, como la nuestra, pudieron cubrir algunos compromisos, igual seguimos acogotados, no es para cantar victoria todavía”, indicó.
Grassi estima que para poder sacar adelante la economía aún falta un largo trecho por recorrer, que podría extenderse por un año y medio o dos, hasta enmendar las secuelas de la crisis.