Un atentado terrorista causó este jueves la muerte de al menos 15 personas, incluidos extranjeros (en su mayoría franceses), en un café de Marrakech (Sur), el corazón turístico de Marruecos.
Según fuentes oficiales marroquíes, un kamikaze se hizo estallar en un café bastante concurrido de la célebre plaza Yamaa el Fna de Marrakech, una ciudad muy turística a 350 km al sur de Rabat.
Según la televisión pública marroquí, el atentado causó la muerte de 15 personas, entre ellas seis franceses y tres marroquíes, así como una veintena de heridos. Rabat y París denunciaron “un acto terrorista”.
El rey de Marruecos, Mohammed VI, ordenó una investigación rápida y transparente sobre el atentado, según un comunicado del gabinete real.
Es un “acto terrorista”, declaró el ministro de Comunicación marroquí, Jalid Naciri. “Se trata de un acto terrorista, un acto criminal deliberado”, insistió.
Según él, “Marruecos está confrontado a las mismas amenazas que en mayo de 2003 y les hará frente con diligencia y voluntad”.
Se trata del atentado más mortífero en Marruecos desde los de Casablanca del 16 de mayo de 2003, en los que murieron 45 personas, incluidos 12 kamikazes.
El presidente francés Nicolas Sarkozy condenó “con la mayor firmeza” el atentado, que calificó de “acto odioso, cruel y cobarde que causó numerosas víctimas, entre ellas franceses”.
Puede ser “un atentado perpetrado por un kamikaze”, había afirmado un funcionario de la prefectura que trabaja en el hospital al que fueron transportados algunos de los cuerpos.
Marruecos un país de 32 millones de habitantes, cuya economía está estrechamente ligada al turismo, no se ha visto hasta el momento muy afectado por la ola de protestas que sacude al mundo árabe desde comienzos del 2011.
Sin embargo, se registraron algunas manifestaciones a favor de cambios democráticos, desde el 20 de febrero. AFP