El objetivo de la carrera, organizada por el IPD, es fomentar el deporte en los Andes y rememorar el esfuerzo de los chasquis, los antiguos mensajeros de los incas, capaces de trasladar rápidamente un recado entre distintos puntos del imperio mediante postas a través de la cordillera andina.
Los deportistas, pertenecientes al Programa Nacional de Maratonistas del IPD, portan durante la carrera las banderas de Perú y del Tahuantinsuyo, el antiguo imperio inca, además de un mensaje secreto que será revelado al final de la carrera.
El recorrido comenzó el lunes en el complejo arqueológico de Huarautambo, a unos 3.600 metros de altura en la región de Pasco, y atravesará las regiones de Junín, Huancavelica, Ayacucho y Apurímac hasta finalizar en la Plaza de Armas de Cuzco el domingo 26.
Los corredores pasarán en su ruta por atractivos turísticos de esas zonas, como el bosque de piedras de Huayllay, y la laguna de Chinchaycocha, el lago más extenso del país después del Titicaca.
Las dos últimas jornadas tendrán por primera vez carácter competitivo bajo el nombre de Inkathon Cuzco, donde se espera la participación de 180 atletas del Programa Nacional de Maratonistas y 3.000 corredores voluntarios para correr desde Limatambo hasta Cuzco.
La competición se organizará en equipos de diez personas, compuestos por cinco hombres y cinco mujeres, quienes se relevarán para cubrir los alrededor de 80 kilómetros de la etapa final.
El keniano Boas Lorupe, entrenador del Programa Nacional de Maratonistas del IPD, aseguró que “esta carrera realmente ayuda mucho en la promoción del turismo y en el fomento del deporte en el país”.