En su alocución, el jefe de Estado puso hincapié en la necesidad de reconstruir la base productiva del país, que precisa del acompañamiento de la inversión extranjera directa, pero principalmente de la mano de la audacia de los paraguayos.
El gran desafío es acelerar ese proceso para seguir en este proceso ascendente.
El jefe de Estado remarcó que la batalla cultural del Paraguay está enfocada en salir de la mediterraneidad mental que tienen sus habitantes.