En la casa de su abuela materna en la localidad de San Juan del Paraná, llegó ayer en horas de la mañana MM (16), luego de enterrar a su pequeño varoncito en la localidad de Capitán Meza. El recién nacido perdió la vida camino a un centro asistencial de Posadas, donde lo trasladaban a falta de un lugar en el área de terapia intensiva en el Hospital Regional de Encarnación (HRE), centro asistencial y cabecera del Departamento de Itapúa.
“Demasiado mucho me maltrataron médicos y personal de enfermería, me hacían sentir culpable de todo lo que ocurría y yo no sabía por qué; ahí me dijeron que mi bebe tenía solo 30 semanas de embarazo y que tenían que sacarle y yo hace rato ya estaba con dolor, pero no me hacían caso”, relató la niña-madre, con mucho dolor.
La impotencia parece apoderarse de todo el entorno, mientras los familiares escuchan en silencio y algunos llorando el relato de la pequeña mamá. “Quiero justicia, eso no hay en Paraguay, no quiero que otra mamá pase por lo que yo tuve que pasar”, mencionó.
El caso. Al nacer el pequeño de 30 semanas de gestación, sin llegar a término, se necesitaba con urgencia terapia intensiva, pero las 10 unidades de las que dispone el Hospital Regional de Encarnación estaban ocupadas. En el Instituto de Previsión Social (IPS) la situación era similar y tampoco se conseguía terapia disponible, mientras tanto la respiración del bebé recién nacido se realizaba mecánicamente, en forma manual.
Los profesionales aseguraron que el recién nacido recibió en la sala el mismo tratamiento y medicación que recibiría en la terapia, mientras esperaba una cama, y que nació con múltiples inconvenientes y malformaciones, debido a que el embarazo no llegó a término.
En cuanto al IPS, Blanki Torres, tía de la menor, comentó que contactó con los directores del hospital, pero le dijeron que una menor de edad beneficiaria embarazada no tiene cobertura. “Les importa más el protocolo que la vida”, lamentó la mujer, que siguió de cerca el caso.
Con ayuda de colegas, los familiares del bebé consiguieron un lugar en el hospital de Posadas, y recaudar el dinero necesario para contratar una ambulancia para trasladar al pequeño, pues la del Hospital Regional de Encarnación carece de la documentación necesaria para cruzar la frontera (ver recuadro).
Lo triste es que el pequeño Jesús no resistió, y tras varios paros cardiacos, falleció.
En la mira. La muerte del pequeño Jesús dejó al descubierto las falencias y necesidades de Salud Pública. Los profesionales aseguran que su caso era grave y con complicaciones.
Ambulancia
La ambulancia del SEME no podía cruzar a Posadas por burocracia en la vecina orilla, de acuerdo con lo explicado por el jefe médico del Hospital de Encarnación, doctor Walter Benítez. “Tenemos seis choferes disponibles para la conducción de las ambulancias, pero el protocolo argentino en la frontera exige documentos distintos para cada chofer”. Dijo que “se recomendaba no mover al bebé, era un riesgo muy grande”, y que derivó en la “muerte del pequeño apenas salió del hospital”.