Cabe recordar que en el 2010 en una resolución del Congreso se había repudiado desde el Parlamento la injerencia del Poder Judicial.
Como una forma de abrir el paraguas, los llanistas alegan que no pretenden vulnerar el equilibrio ni la independencia de poderes.
Refieren que simplemente es ante la genuina preocupación que causa la excesiva demora por parte de la Corte a la hora de resolver las acciones de inconstitucionalidad planteadas por varios parlamentarios expulsados.
Además de Amarilla, también lo hicieron Óscar González Daher, Víctor Bogado y Paraguayo Cubas.
Alegan que entienden la cantidad de casos que a diario se presentan y que merecen diligencia y celeridad.
“Nuestra preocupación se fundamenta en la peligrosidad que causa ese estado de incertidumbre que cierne sobre la legalidad de algunas representaciones senatoriales”, indica el proyecto.
Indican que los parlamentarios separados de sus bancas llegaron a ellas mediante la votación popular.
Manifiestan que en el caso de que no se expidan sobre los casos, “estaríamos ante lo que el célebre pensador romano Séneca decía: ‘Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía’”.