En Anfield y por goleada, Liverpool entregó definitivamente la corona del fútbol inglés al caer derrotado ante el Manchester City, líder y, por ende, rival directo en la lucha por el título.
Todo sucedió en la segunda mitad. Fue 1-4 inapelable, a pesar de que hubo paridad transitoria de 1-1 con goles de Gundogan para la visita y Salah para los locales. Otra vez. Gündogan a los 73’, Sterling tres minutos más tarde y Foden a los 83’ dieron cifras definitivas a un partido que deja en la lona a los dirigidos por Jurgen Klopp y bien encaminados a los de Josep Guardiola para hacer que la Premier vuelva a Manchester.
Chelsea aprovechó la derrota de Liverpool y, venciendo a domicilio a Sheffield 1-2 quedó a solo un punto de los Reds, acechando el cuarto lugar. Leicester empató sin goles con Wolverhampton.