19 ago. 2025

La política del tero

REUNION DE DIPUTADOS EN CASA DE HORACIO CARTES HOY 16-08-2019 FOTOS DE DARDO RAMIREZ

REUNION DE DIPUTADOS EN CASA DE HORACIO CARTES HOY 16-08-2019 FOTOS DE DARDO RAMIREZ

En estos días se ha amplificado el debate sobre el Plan de la Niñez y la Adolescencia adjudicándole objetivos, facultades y jurisdicciones que no tiene, porque –según sesgados sectores políticos y religiosos– tiene una agenda oculta que “atenta contra la familia”.

A consecuencia de ello, será interpelada el martes 15 la ministra del área, Teresa Martínez, ex fiscala con larga trayectoria en la defensa de los derechos, ya que fue titular de la Unidad Especializada en la Trata de Personas y la Explotación Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes. Acumula 30 años de experiencia en el trabajo sobre la niñez. Probablemente sea una de las mejores ministras del Gabinete, porque llegó a ese sitial no por cupo político, sino por su trayectoria en el área. Seguramente responderá con solvencia cada una de las preguntas, varias de ellas delirantes y provocativas, y demostrará que esta cruzada no es sino una distracción política.

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El problema no es el plan, que como se demostró, no es nuevo, ya que otros gobiernos han implementado sin las supuestas catastróficas consecuencias, sino los fantasmas que se agitan para polarizar la sociedad apelando a un tema emocional. Cuando los políticos agitan las banderas del fanatismo lo que en realidad pretenden es evitar el debate sobre los grandes y verdaderos temas que afectan al país, como la exasperante desigualdad social que se ha exacerbado con la pandemia del coronavirus y que ha revelado el verdadero rostro en las diferentes áreas.

Horacio Cartes se ha autonombrado cruzado “en defensa de la familia” y sus soldados en el Parlamento, como el diputado Raúl Latorre, se han encolumnado para acalorar una controversia convirtiendo la palabra género en el nuevo Apocalipsis. Todos repiten el mismo guion escrito por oscurantistas y antiderechos. Pero, en realidad, ni al diputado ni los demás dirigentes del sector les importa lo que sucede en las familias, sino los réditos políticos que trae dicho posicionamiento.

Latorre quiere ser el elegido para ser candidato a intendente de Asunción y por ello es el que grita más fuerte las consignas conservadoras para convencer, no tanto a la gente, sino a su líder.

Hasta Santiago Peña anda exorcizándose por haber dicho alguna vez que estaba de acuerdo con el matrimonio igualitario.

UNA CELADA. Pero no hay que caer en la trampa. La controversia política y mediática que genera la palabra género es un gran paraguas que esconde la falta de propuestas políticas, por un lado, y la intención de mantener el statu quo de un sistema perverso que beneficia a una élite privilegiada y corrupta que se mantiene en el poder desde hace décadas, más allá de quién se siente en la silla presidencial.

Cartes ha ganado mucho con la Operación Cicatriz, pero también se ha puesto la soga al cuello porque el acuerdo político le imposibilita criticar con mayor acidez a su aliado Mario Abdo Benítez. Como no puede cuestionar su política económica y social (porque es similar a la que aplicó él durante su gobierno) ha encontrado en el Plan de la Niñez el perfecto pretexto para que no se le endilguen los desaciertos de su protegido presidencial.

Porque, en realidad, no tiene plan alternativo, sino respuestas coyunturales que se activan según enojos o pactos de momento. Así, hoy el cartismo amenaza con dar su aprobación al proyecto que incorpora al Presupuesto General de la Nación los fondos sociales de las binacionales Itaipú y Yacyretá, no porque luche contra la corrupción, sino porque les molestó la aprobación de fondos para un sector del campesinado que fortalecerá a la izquierda. La relación en la ANR siempre ha sido un eterno trueque.

Pero además del cartismo, tampoco se vislumbran mejores horizontes en las demás carpas políticas, hoy sumidas en enconos y proyectos personalistas con el solo objetivo de apoderarse del poder.

¿Hay acaso proyectos nacionales para una verdadera transformación educativa que no naufrague en manos de los caprichos del ministro de turno? ¿O políticas económicas para reducir la vergonzosa desigualdad social? ¿O planes para combatir la corrupción en todas sus formas? ¿O proyectos para lograr una salud pública de calidad? ¿O cómo erradicar la corrompida Justicia? ¿Hay acaso un debate y posicionamiento político sobre los derechos básicos que deben gozar todos y cada uno de los habitantes de la República, sin que el acceso a ellos sea una tarea titánica o una limosna política?

¿Cuál es el Paraguay del futuro que proyectan? Y no se habla de maravillosos planes escritos en letras de molde que se escuchan en las campañas electorales y luego se diluyen cuando la torta del Estado y su infinito patrimonio empieza a repartirse, sino de compromisos que hoy mismo pueden asumir y cumplir porque tienen la capacidad y la posibilidad de hacerlo desde los lugares que ocupan.

Como no pueden ofrecer nuevas ideas políticas, como no tienen respuestas para el sector mayoritario de la sociedad que no vive de los privilegios y las prebendas del Estado, agitan temas que polarizan peligrosa e innecesariamente al país. Hoy es la palabra género. Mañana será otra. La intención será la misma: evadir los verdaderos problemas del Paraguay porque, a fin de cuentas, la aplicación de los derechos mayoritarios significa cortar los privilegios de unos pocos.

No hay que caer en la trampa. Es una celada perversa de los que se oponen al cambio. Están haciendo lo del tero, que pone el huevo en un lado y grita en el otro.

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