24 abr. 2024

Juan Natalicio González Defensor del soldado-agricultor, el Pynandi paraguayo

Este hombre taciturno, de mirada inaccesible con el que es muy difícil mantener una conversación, se expresa con lentitud. Su voz bien timbrada es un reflejo de su personalidad. Enérgico y obstinado, sabía enfrentarse a las dificultades y no se echaba atrás ante ninguna situación, según describen quienes lo conocían.

Pequeño de estatura, con los cabellos revueltos y lisos, plantados bajo la frente, los ojos semicerrados, las cejas pobladas, avaro de palabras, Natalicio González merece el nombre de inescrutable.

Juan Natalicio González, nació en Villarrica, el 8 de setiembre de 1897.

Procedía de una familia muy modesta, su padre era cuidador de ganado en un rancho. El propietario de la estancia, el señor Taboada, se interesó por la aguda inteligencia del joven Natalicio y pagó personalmente su educación.

Se trasladó a Asunción al terminar sus estudios secundarios para dedicarse al periodismo. A los 19 años se afilió en la Asociación Nacional Republicana, el partido Colorado. Publicó sus primeros trabajos literarios en el «General Caballero», donde fué redactor jefe. Luego de haber dirigido el diario «Patria», órgano oficial del coloradismo, fué llamado a Buenos Aires en 1920, donde el propietario de un periódico le confió un importante cargo. Unos años más tarde, viajó a Brasil y Francia.

Fué elegido diputado en 1926, y en 1930 se convirtió en director del periódico la «Unión». Exiliado en 1931, fundó la revista «Guarania» en Argentina y editó obras clásicas sobre la historia de la región y la literatura paraguaya. Periodista, ensayista, poeta, Natalicio González, fue un defensor de la cultura paraguaya. No se considera cristiano, pero proclama su fe en «Tupang», (Tupã) dios de los indios guaraníes. Así lo expresa en su poema «Credo». Es autor del «Paraguay eterno», «Formación de la cultura paraguaya» y «Doctrina americana del pueblo paraguayo», entre otros.

Natalicio González, era considerado de una cultura superior al de la mayoría de los hombres políticos paraguayos. Rechazaba parecer brillante, proclamándose en sus escritos como un auténtico paraguayo. Orgulloso de su raza, no le da bienvenida al extranjero, a los que calificaba de intrusos.

Autorizado a volver a Paraguay durante la Guerra del Chaco, conoció una vez más el exilio. En 1945, el General Higinio Morínigo, le nombró ministro plenipotenciario en Uruguay, luego al año siguiente, ministro de Hacienda.

La presidencia

El 13 de enero de 1947, el partido colorado se amparó del poder y el 15 de febrero de 1948, Natalicio González fue elegido presidente de la República sin competidores. El nuevo presidente era autodidacta y le gustaba refugiarse en el silencio de su despacho según sus propias palabras.

Natalicio González fue elegido presidente de la República del Paraguay del 15 de agosto de 1948 al 14 de agosto de 1953. La Constitución de 1940 dictada por las consecuencias de la guerra del Chaco y la gravedad de los problemas mundiales, no tenía otro objetivo que limitar los poderes del Parlamento. Las cámaras legislativas fueron criticadas por la lentitud de sus deliberaciones, el retraso en la resolución de problemas urgentes, la falta de independencia de parlamentarios absorbidos por preocupaciones políticas, la frecuencia de las crisis ministeriales y las elecciones.

En su discurso ante de la Cámara de Senadores, Natalicio González dijo que utilizará toda su energía para traer la paz al país. «Buscamos la amistad de todos los pueblos, nuestra ubicación geográfica, nuestra historia, las necesidades económicas que existen entre las naciones de nuestro hemisferio requieren una coordinación de sus esfuerzos para enfrentar los problemas mundiales. Queremos el desarrollo del comercio y la industria, la mejora del nivel de vida de los campesinos, la construcción de casas, carreteras, la organización del trabajo en el campo, la creación de escuelas agrícolas. Los funcionarios más brillantes se encargarán de ayudar y asesorar a los campesinos. El milagro paraguayo disipará el sombrío período de opresión y atropello que ha marcado nuestra historia».

La gloria duró poco, Natalicio González, considerado un patriota místico, después de anunciar un programa agrario-nacionalista, centrado en el soldado-agricultor, el «Pynandi» una figura mítica que era el prototipo del hombre paraguayo que alababa y exhaltaba, fué derrocado a los pocos meses por una coalición de «democráticos».

La caída

El 13 de enero de 1949, un «sector democrático» exigió la dimisión de Natalicio González y de los miembros de su gabinete. El 22 de enero el Presidente de la República anunció que solo la Convención Extraordinaria del 1 de marzo estaría capacitada para decidir las reivindicaciones del «sector democrático» y que se aplastaría a quienes quisieran destruir sus ideales y amenazar la felicidad del pueblo.

La respuesta no se hizo esperar. En la tarde del 29 de enero, la policía tomó el Ministerio del Interior. Tras un intercambio de disparos que dejó dos oficiales y algunos soldados muertos, el comandante de artillería que había llegado desde Paraguarí detuvo toda resistencia. Natalicio González llegó a la Embajada del Brasil a medianoche y pocas horas después escribió la carta de renuncia a la Asamblea Nacional. El general Raimundo Rolón es elegido presidente provisional de la República.

No se detuvo a ningún miembro del gobierno. Los ministros de Hacienda, Economía, Obras Públicas y otras personalidades políticas pidieron asilo en las embajadas sudamericanas. El Sr. Juan E. O’Leary ministro de Relaciones Exteriores, que había estado en la campaña durante varios días, regresó inmediatamente a Asunción y conservará su cartera.

De este modo, el 15 de agosto de 1948 finalizó el mandato de seis meses encomendado a Natalicio González por cinco años. El «guión rojo» lamentará sin duda, la caída de un político inflexible que fue incapaz de construir el gobierno de su elección y de eliminar a los implacables opositores que había designado, Felipe Molas López y Liberato Rodríguez.

Tres miembros del sector democrático se han incorporado al nuevo gabinete, esta decisión tendrá cierta duración, las dificultades se renovarán después de la designación del candidato presidencial, dice Natalicio González. Las ambiciones personales tendrán rienda suelta y se pueden esperar nuevos trastornos.

El exilio

Natalicio González que posee intereses en Buenos Aires se irá vía aérea a esa ciudad.

Tras ser llamado al gobierno como ministro de Hacienda el 26 de julio de 1946, el ex presidente de la República hizo una importante fortuna a costa del Estado transfiriéndola al extranjero. Para evitar una improbable confiscación de algunos de sus bienes en Paraguay, puso a disposición del embajador de México su lujoso automóvil y la gran y moderna casa que había construido en Asunción en 1948.

Una nota fechada el 27 de enero de 1950, indica que el gobierno paraguayo ha solicitado a Argentina la extradición de Natalicio González refugiado en ese país. El Sr. González partió inmediatamente hacia Uruguay y luego se dirigirá a México donde se instalará, habiéndose comprometido el procedimiento de extradición con Buenos Aires.

En 44 años, de 1904 a 1948, Paraguay vivió cuatro (4) revoluciones, dieciséis (16) golpes de Estado, una Guerra (1932-1935) y veinticuatro (24) presidentes de la república.

La Sra. Lidia Frutos, su esposa, era profesora. Sufrió graves quemaduras en la cara y las manos, y quedó completamente desfigurada por la explosión de una lámpara incandescente.

La Sra. González se fue a Estados-Unidos, donde durante un año destacados cirujanos intentaron sin gran suceso remediar las consecuencias del accidente que la dejó irreconocible.

El rostro de Natalicio González muy rara vez tenía una sonrisa según sus contemporáneos y como diría el ex embajador de Paraguay en Francia, Efraín Enriquez Gamón. Natalicio González fué embajador en México en 1957, su lugar de residencia.

El enigmático ex presidente, con la frente baja marcada por el pelo tupido y los ojos levemente contenidos bajo espesas cejas negras, falleció en 1966.

«Politique intérieure - Paraguay» (Política interior) Archivos diplomáticos de Nantes, Francia.

PhD Maria Victoria Benítez

Martínez

Historia y Civilizaciones - Université de París, París - France.

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