Cerca del 36% de la economía paraguaya se mueve en la informalidad –afirma el economista Hygo Royg–, una cifra que, si bien incluye actividades legítimas, también abarca operaciones que carecen de trazabilidad, evaden impuestos y no se someten al control del Estado. “Hay una correlación directa: mayor nivel de informalidad implica mayor presencia del crimen organizado”, señaló en una reciente entrevista.
El economista explicó que muchas de las pequeñas y medianas empresas (mipymes) no se formalizan, no por decisión delictiva, sino por las barreras burocráticas, los elevados costos de cumplimiento y la falta de incentivos. “No es que las mipymes no quieran ser parte del sistema, es que inscribirse y cumplir les lleva tiempo y dinero que no tienen. A veces, las sanciones superan sus ingresos”, sostuvo.
Royg subrayó la importancia de establecer un sistema de incentivos reales para la inclusión financiera y fiscal, especialmente para las microempresas, al tiempo que se implementan sanciones efectivas contra quienes optan por operar al margen de la ley. Como ejemplo, mencionó políticas aplicadas en otros países donde se penaliza el uso de efectivo para promover el uso de medios de pago electrónicos, lo que favorece la trazabilidad y dificulta el lavado de dinero.
“El uso del sistema financiero permite seguir la ruta del dinero y disuade las operaciones ilegales. A las grandes empresas les resulta fácil adaptarse, pero a las pequeñas hay que ayudarlas. No se trata solo de castigar, sino también de incluir”, añadió.
En ese sentido, Royg planteó que la lucha contra la informalidad no debe recaer únicamente sobre el Estado, sino también sobre el sector privado. Propuso que las grandes empresas promuevan la formalización de sus proveedores, y que los gremios adopten mecanismos de sanción social y empresarial contra aquellas compañías que se mantengan en la ilegalidad.
El economista también alertó sobre cómo la economía informal puede servir como vía para el lavado de activos. “Una pizzería que vende productos legales puede estar usando insumos de contrabando o contratar mano de obra que no aporta al sistema. Parte de ese valor está dentro del PIB, pero otra parte queda completamente fuera del radar económico”, explicó.
“Paraguay es más informal que México y Colombia”
Al comparar la situación de Paraguay con otros países de la región, Royg afirmó que el nivel de informalidad del país es más alto que el de México o Colombia, ambos fuertemente golpeados por el crimen organizado, y menor que el de Bolivia o Perú. Esto, advirtió, es preocupante. “Estamos creciendo económicamente, pero ese crecimiento no se traduce en mejoras proporcionales en la reducción de la pobreza, el bienestar o la competitividad. Lo que sí aumenta es la presencia del crimen organizado”, señaló.
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