El asesinato del fiscal Marcelo Pecci sigue conmocionando a todo el país y a nivel internacional. Son varios los sectores que se pronunciaron para repudiar el crimen. La Iglesia Católica también se refirió al tema como “una herida de muerte al corazón de todos los paraguayos”.
“Repudiamos enérgicamente el atentado contra la vida del joven fiscal y contra la vida humana. Este luctuoso hecho no debe ser considerado como un caso aislado”, expresa el comunicado de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP).
El escrito agrega que el crimen representa “un dolor profundo” y, por ese motivo, la institución religiosa expresa su cercanía espiritual y solidaridad a la esposa de Marcelo Pecci, Claudia Aguilera, a sus familiares y demás seres queridos.
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“Nuestro país requiere de hombres y mujeres valientes, patriotas y de alto sentido de justicia como lo fue el fiscal Pecci, por lo que exhortamos a las autoridades a atesorar su legado para combatir con mayor coraje e inteligencia a la mafia imperante en el país”, agregan.
Así también, la Iglesia Católica insta a la ciudadanía en general a colaborar con la Justicia.
“La sangre derramada clama a Dios desde la tierra (Cfr. Gén 4,10)” y exige la adopción de todas las medidas legales de los organismos públicos para el pronto y total esclarecimiento del hecho criminal; para que se identifique a sus responsables y se les aplique todo el peso de la ley”, concluye.
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El fiscal especializado contra el crimen organizado sufrió un atentado en la isla Barú, en Colombia, donde viajó para pasar su luna de miel, tras contraer matrimonio con su pareja Claudia Aguilera. La mujer, pocas horas antes del asesinato, anunció que se encuentra embarazada.
Los fiscales paraguayos Alicia Sapriza y Manuel Doldán viajaron a Colombia para unirse a la investigación iniciada por las autoridades de ese país. También se dio participación a las autoridades de Estados Unidos en el caso.