La audiencia está convocada en la modalidad mixta, de manera presencial y, a la vez, será transmitida por Zoom, el Canal 4 de Tigo Star y el 24 de Copaco.
Con respecto a este controvertido tema, el ex dirigente sindical Víctor Báez Mosqueira expresó su apoyo a la propuesta de reducir la jornada laboral semanal en Paraguay, destacando los beneficios económicos, sociales y de calidad de vida que esta medida podría traer. Sin embargo, advirtió que la actual falta de cumplimiento de la jornada de ocho horas pone en duda la efectividad de cualquier reforma si no se acompaña de mecanismos de control y respeto a los derechos laborales.
Báez subrayó que, a pesar de estar legalmente establecida, la jornada de ocho horas no se cumple en la mayoría de los casos debido a la escasa fiscalización estatal. Recordó que en junio de 2024, la Comisión de Expertos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) expuso esta problemática ante la Comisión de Normas, denunciando que Paraguay contaba con apenas 19 inspectores de trabajo para todo el país –13 en Asunción y el Departamento Central, y solo 6 distribuidos en dos departamentos adicionales–, dejando a 17 departamentos sin cobertura alguna.
El ex secretario general de la Confederación Sindical de las Américas también enfatizó la necesidad de fortalecer los derechos colectivos, como la sindicalización, la negociación colectiva y el derecho a huelga, los cuales considera gravemente debilitados en Paraguay. Según Báez, persiste una política heredada de la dictadura que reconoce derechos individuales, pero reprime sistemáticamente la organización sindical.
Como ejemplo de los beneficios concretos de una jornada reducida, Báez recordó que en el pasado, el sector bancario paraguayo llegó a implementar una semana laboral de 32 horas gracias a la negociación colectiva, sin que ello afectara las ganancias del sector. No obstante, con el debilitamiento sindical y la creciente tercerización, esa conquista fue desmantelada.
“Venezuela y Ecuador ya han establecido las 40 horas legales. Chile y Colombia avanzan hacia esa meta, y en Brasil y Uruguay se trabaja 44 horas semanales desde hace años. Incluso en Europa, como en Alemania, ya se ha pactado una semana de 28 horas en el sector metalúrgico bajo ciertas condiciones”, señaló.
El sindicalista destacó que, cuando se aplica correctamente, la reducción de la jornada laboral puede aumentar la productividad, reducir el ausentismo, crear empleo formal y mejorar el equilibrio entre la vida laboral y personal. También mencionó que varios países están probando la semana laboral de cuatro días, como Islandia, Nueva Zelandia y Japón.
Finalmente, Báez remarcó que para que la reducción a 40 horas semanales tenga un impacto real en Paraguay, debe garantizarse su cumplimiento a través de una fiscalización efectiva, el respeto de los derechos colectivos y una justicia independiente. “No es la pobreza la que impide el cambio, sino el modelo que privilegia a unas élites en detrimento de la mayoría trabajadora”, concluyó.