La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar la nueva versión actualizada de su Clasificación Internacional de Enfermedades, actualizando los criterios de diagnóstico del autismo. En este sentido, recoge el término único de Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) y engloba en esta categoría al autismo, el síndrome de asperger, el trastorno desintegrativo infantil y otros trastornos generalizados del desarrollo, no especificados.
Respecto a las características del TEA, la Asociación Paraguaya de Padres y/o Tutores de Personas con TEA citan algunas dificultades que posee este síndrome para la interacción y la comunicación social, por un lado, e intereses restringidos y comportamientos repetitivos, por otro, y la importancia de examinar sensibilidades sensoriales inusuales, algo común entre las personas con autismo.
En las habilidades sociales y el control emocional, los mismos no disfrutan “mucho” del contacto social, puede no gustarles ser abrazados o besados. No tienen malicia y son sinceros. Hablan mucho de un tema de interés. No comprenden los sarcasmos, ironías o chistes; interpretan literalmente; poseen un lenguaje hipercorrecto.
Seleccionan con avidez información o estadísticas, vehículos, mapas, clasificaciones o calendarios. Ocupan la mayor parte de su tiempo libre en pensar, hablar, o escribir sobre un tema. Les gustan las asignaturas lógicas como Matemáticas y las ciencias en general.
A lo largo de los últimos años se ha mejorado tanto en el diagnóstico precoz como en la atención a los pacientes con este síndrome. A pesar de ello sigue siendo necesario conmemorar este día para dar visibilidad a estas personas y sus necesidades, además de concienciar a la sociedad sobre las dificultades a las que se enfrentan cada día.
Es por ello que se celebra todos los años el 18 de febrero, para recordar que aún queda un largo camino por recorrer.