26 jun. 2025

Historia que inspira: De humilde vendedor a dueño de un emporio

Agundio Martínez empezó de abajo, forjó su negocio distribuyendo productos frescos y congelados en el interior, y hoy sostiene una empresa pujante con locales y flota propia.

Empezó como un humilde comerciante de productos frutihortícolas. Se animó a incursionar en el rubro lácteo y emprendió el derrotero que lo catapultó a formar en la actualidad un verdadero emporio de distribución de productos frescos y congelados.

Agundio Martínez (56) es el propietario de Distribuidora D&M SRL, que en Villarrica, Coronel Oviedo y Caaguazú opera con su propia flota de vehículos refrigerados. Pero el inicio de su historia se remonta a aquella adolescencia en la que distribuía entre sus familiares los productos de la tierra. Así, paso a paso, avanzó hacia el crecimiento de lo que actualmente es su empresa.

Hace treinta años aprendió de un exportador de tomate, locote y piña. Cuando le tocó la ocasión de enfrentar el mundo real del comercio, se dedicó a la distribución de lácteos, a la que se fueron sumando los embutidos y los pollos caseros.

“Como comerciante, uno debe tener su meta. Aprendí que en el negocio uno no tiene que apurarse y que todo llega a su tiempo. La mayoría de los paraguayos son muy apurados. Cuando empiezan un emprendimiento o un trabajo, y si a la primera no les sale, abandonan con ímpetu y cambian rápidamente de rubro”, enfatiza.

PROYECTOS. Martínez incorporó en su metodología conceptos básicos que hacen referencia a que algunos proyectos deben ser diseñados a diez años, incluso, con el fin de recoger los frutos del sacrificio. “Me costaron diez años posicionarme; recién a los 20 años comenzaron las inversiones fuertes y a los 25 años de experiencia recién me enfrenté con el objetivo de crecer”, enfatiza.

A su criterio, todo en su esquema de trabajo se fue dando poco a poco. El crecimiento llegó cuando las bases ya estaban afianzadas.

D&M, en la razón social de la empresa, hace referencia a Donato y Moisés, los hijos de Martínez, quienes también forman parte del engranaje de capital humano de la distribuidora.

De esta manera, don Agundio va legando su experiencia al servicio de las resoluciones del día a día, y que su descendencia incorpora con el fin de continuar con el negocio.

Al observar cómo van aprendiendo sus hijos, Martínez expresa que siempre hay que tener propósitos en la vida. “Muchas veces hablo con gente joven, me dicen ‘no tengo futuro’; uno tiene que forjarse ese futuro. Muchos quieren vivir el presente, pero para surgir en un negocio, se necesita perseverancia; te tiene que gustar”, asegura.

Lo que actualmente forma parte de los segmentos fuertes de D&M SRL es la distribución de pollo (se colocaban 600.000 kg mensuales prepandemia, y unos 400.000 kg actualmente); además de los embutidos de la marca Franz, llegando a unos 50.000 kg mensuales y ya incursionando en el octavo año de alianza, según dice. Las pastas, los huevos y los lácteos forman también parte del stock distribuido.