La imagen llegó al Paraguay en 1742, según detalla el sitio del Arzobispado de Asunción. Desde su arribo, fue uno de los epicentros de la veneración popular.
La Virgen no solo es la patrona de la ciudad. En su mano derecha lleva un bastón de mando con incrustación de oro, que la representa como comandante.
El 6 de agosto de 1951, el presidente Federico Chaves presentó ante la Cámara de Representantes la solicitud para la designación como Mariscala del Ejército Paraguayo a la patrona espiritual de la capital.
El 13 de agosto de ese año, dicha Cámara le confirió el grado de Mariscala de las Fuerzas Armadas a la Virgen de la Asunción. Solo Francisco Solano López y José Félix Estigarribia tienen un rango similar semejante.
A fondo. Aníbal Cartasso, encargado del Panteón de los Héroes y Oratorio de Nuestra Señora de la Asunción, cuenta que la Virgen está a cargo de una mayordoma y un grupo de personas con ella.
Durante el novenario, la imagen es llevada y puesta a punto para la procesión de cada 15 de agosto.
En esos días, el grupo se encarga de peinar su cabello natural, revisar su ornamentación, que es de oro, además de la vestimenta con detalles de oro que lleva puesta.
Según explicó, los trabajos de puesta a punto no requieren un gran esfuerzo. Esto considerando que la mayor parte del tiempo la imagen está dentro de un nicho de cristal.
“Como ella está en una especie de caja, no es mucho lo que hay que hacerle. Se le sacude el polvo que tiene. También se revisa si no tiene daños por los aros que lleva puestos”, explicó.
Con respecto al vestuario, detalla que cuenta con dos. Uno de ellos es el de gala, totalmente de blanco y que representa a la Iglesia.
Este fue el que llevaba puesto el año pasado, durante los actos de la asunción presidencial.
En la fiesta de este año, lleva su vestido blanco con la túnica azul tirando a celeste. El color cielo representó en su momento a la primera bandera que tuvo el país.
Cartasso cuenta que generalmente la imagen no es llevada más allá del oratorio y que en la procesión la seguridad es primordial.
Revela además que antes de su asentamiento en el oratorio, la imagen fue acogida por la familia Zavala Machaín. El hogar de dicha familia estaba detrás del Lido Bar en un lugar que ocupa actualmente un estacionamiento, contó Cartasso.
Hubo un momento en que la imagen fue despedazada y las partes fueron localizadas para volver a armarla.
La devoción hacia la Virgen en su sitio actual no solo permite dar vía a la fe e historia religiosa del país. Invita también a conocer el legado dejado a lo largo de los años por quienes fueron construyendo esta nación.
Aníbal Cartasso resalta que desde el lugar donde está la Virgen de la Asunción pareciera velar por los héroes que descansan en el Panteón. En sus 282 años de haber llegado al país, ha visto de cómo pasó de ser una colonia española a ser independiente. El sitio del Arzobispado detalla que cuando el Ejército paraguayo tomó el fortín boliviano Picuiba, el 15 de agosto de 1934, renombraron al lugar como Nueva Asunción. Durante dicho conflicto y en la Guerra contra la Triple Alianza, el pueblo fue hasta ella pidiendo su intercesión para todo el país. El oratorio y panteón abre sus puertas de martes a domingos, de 7:00 a 17:00. Los domingos la misa es a las 10:30 de la mañana.