El texto de Lucas que hemos escuchado hoy, comienza señalando la verdadera intención de ese maestro de la ley. Era muy común que intentaran poner en aprietos a Jesús.
En este caso podemos apreciar la forma magistral con la que Jesús, responde. El maestro de la ley le hace la primera pregunta y se queda a la escucha. Jesús va a utilizar una metodología curiosa, le responde formulando otra pregunta y se queda esperando y a la escucha de su interlocutor.
Jesús afirma lo correcto de la respuesta y, con una pequeña frase: “Haz eso y vivirás”, da por concluido el dialogo.
Sin embargo, el maestro de la ley hace la pregunta, no para entender mejor, sino para ganar ventaja sobre Jesús y el resultado no pudo ser más desastroso. Jesús le remite a su propia conciencia y conocimiento de la ley. Es como si le hubiera dicho: Ahí, encontrará todo. ¿No eres tú el experto?
El maestro, actúa como un hábil interlocutor que quiere sacar puntos en el debate, de ahí, la segunda pregunta formulada: ¿Y quién es mi prójimo? Ante esta pregunta, Jesús les narra una historia apasionante. El maestro de la ley no se imagina cuán lejos va a llevar Jesús la definición de prójimo.
Hemos escuchado la parábola, y no desearía que hoy nos distrajera la explicación de todos los personajes y del porqué actuaron de tal forma en esta historia. A veces podemos dar por buenas ciertas escusas en el actuar, intentemos no caer en ellas.
Hoy, en mi situación concreta: ¿Quién es nuestro prójimo? En resumen, es toda persona que necesite nuestra ayuda, comprensión, agradecimiento y colaboración. Quedémonos con la respuesta correcta a la última pregunta de Jesús y el envío que Él nos hace: “Vete y haz tu lo mismo”.
(Frases extractadas de https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/4-10-2021/).