La actividad económica de Argentina logró acumular en el primer semestre una recuperación del 6,2%, pero con señales de enfriamiento en el inicio de la segunda mitad del año y un creciente encarecimiento del crédito.
Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad económica –un dato que sirve como anticipo provisional para medir la variación trimestral del producto interior bruto (PIB)– registró en junio pasado un descenso del 0,7 % en comparación con mayo último, tras haberse contraído en aquel mes 0,1 %.
El informe oficial muestra, sin embargo, una recuperación del 6,4% en comparación con junio de 2024, la novena subida interanual consecutiva, pero que se da desde bases muy deprimidas el año pasado.
De acuerdo con los datos del Indec, la actividad económica acumuló en el primer semestre del año un avance del 6,2 %, desde una caída del 3 % en igual período de 2024, cuando la economía sufrió el golpe del severo ajuste puesto en marcha por el Gobierno de Javier Milei a finales de 2023.
DESACELERACIÓN. El positivo desempeño semestral esconde, sin embargo, una progresiva desaceleración en la actividad.
Las variaciones mensuales negativas de mayo y junio confirman esta tendencia.
De acuerdo a cálculos de la consultora Orlando Ferreres, la actividad desaceleró al 0,5 % en el segundo trimestre, desde un avance del 1,3 % en el primero. Según un informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEC) de las Bolsas de Rosario y Santa Fe, durante junio se observó un “freno generalizado en la actividad”, con “caídas significativas en el sector industrial, en la construcción y en importaciones, además de un estancamiento en la recuperación de la masa salarial real. EFE