La acumulación de humedad luego de las repetidas lluvias puede ser favorable para la proliferación de la roya de soja. En ese sentido, el Gobierno llama al monitoreo permanente del cultivo para la detección oportuna de la plaga, así como la eliminación de plantas guachas y otros hospedantes, como el kudzu, la aplicación preventiva de fungicidas y el uso de variedades resistentes.
Para el control químico, el Senave recomienda rotar los modos de acción de los fungicidas, incorporando los protectores, para evitar la resistencia del patógeno a los ingredientes activos que hoy en día se tiene para este rubro.
La roya se manifiesta en forma de puntos pequeños y oscuros que luego originan ampollas en las hojas, donde se va formando el hongo. Con el avance provoca lesiones visibles, hacen que las hojas se tornen de color amarillo y se desprendan, impidiendo el llenado de granos, etapa decisiva para determinar el éxito de la campaña 2022-2023.
Para este ciclo se espera la recuperación de los rendimientos.
LA CIFRA
10 millones
de toneladas de soja se esperan conseguir en la campaña 2022-2023, luego del fracaso de la cosecha pasada.