Sin embargo, la presa más fácil para los hackers son las personas, por lo general mayores, que están poco acostumbradas al uso de internet y se ven forzadas a entrar estos días para entretenerse o hacer trámites que no pueden hacerse en persona por la cuarentena.
“Los ciberdelincuentes saben que hay más gente conectada que nunca y aprovechan su oportunidad”, advierte Mark Shaw, director de la Iniciativa Global contra la Criminalidad Organizada Transnacional. “La gente que, por ejemplo, compra cosas online por primera vez es la más expuesta a este tipo de ataques”, añade.
“El fraude solo crece cuando la gente responde”, comenta Walsh sobre la nueva realidad, y destaca las grandes ganancias que se pueden obtener fácilmente y con bajo riesgo: “Si envías 100.000 correos electrónicos y el 0,01% responde, quizás obtengas un buen beneficio”.
Una característica muy extendida de los hábitos caseros que se imponen es la creciente dependencia de plataformas como Netflix. Con esto también tratan de sacar ventaja los hackers. Según fuentes de Bitdefender, piratas informáticos enviaron entre el 18 y el 23 de marzo a usuarios de Netflix en Brasil un total de 183.000 correos firmados con el logotipo y el nombre del proveedor de series y películas. Estos mensajes empleaban el fraude del phishing (o suplantación de identidad), para intentar obtener algunos de los datos bancarios del usuario de este servicio streaming. EFE