45 años atrás, pocos se hubieran imaginado que John, Paul, George y Ringo tomarían caminos distintos. Es que la unión de esos cuatro músicos era fantástica por donde se la mire.
Miles de fans lloraron al enterarse de boca de Paul McCartney que Let It Be sería el último disco de la banda que cambió por siempre el rumbo de la música popular.
Era el mejor momento artístico de la banda, pero el peor en lo relacionado al trato entre sus miembros. Fuentes cercanas al grupo confirmaron que John Lennon y Paul McCartney ya no hablaban desde 1969, año en que editaron Abbey Road, considerado el disco con sonido mejor pulido en la historia del grupo.
El motivo de la separación todavía permanece flotando en la nebulosa de los mitos y sigue siendo motivo de debate entre fanáticos y no tan fanáticos.
El portal de noticias mexicano Ángulo 7 expuso una lista de motivos que pudieron haber influido en el quiebre de los cuatro de Liverpool.
Entre ellos, se nombra el fallecimiento de Brian Epstein, mánager de los Beatles e importante figura en la mediación de conflictos internos. Otro factor determinante fue la figura de Yoko Ono, la polémica pareja de Lennon, quien despertó recelos en sus compañeros. Hay quienes dicen que John y Yoko trasgredieron uno de los puntos del reglamento interno que prohibía el ingreso de novias o esposas a ensayos y grabaciones.
Lo que ocurrió después de la separación es historia conocida. El asesinato de John Lennon en 1980 en Nueva York diluyó cualquier posibilidad de reunión de la formación original. Incluso el propio McCartney admitió en una entrevista que el regreso de los Beatles pudo haberse dado si los disparos de Mark Chapman no cegaban la vida del autor de “Imagine”.
A pesar de todo, los Beatles siguen sonando juntos en vinilos, aplicaciones para teléfonos inteligentes y en la memoria de un planeta que no los olvida.