La medida busca aislar totalmente el foco de la enfermedad y evitar la propagación del virus H5N1, que ha llevado a varios países, incluyendo importantes compradores, como China y la Unión Europea (UE), a suspender las importaciones de pollo procedentes de Brasil.
Las barreras, operadas por el Departamento de Vigilancia y Defensa Sanitaria Animal de la Secretaría de Agricultura de Río Grande do Sul, funcionan las 24 horas y cuenta con el apoyo de agentes de la policía regional y de la alcaldía de Montenegro.
Los controles, distribuidos en radios de tres y diez kilómetros alrededor de la granja afectada, desinfectan vehículos que transportan animales vivos, pienso y leche, o que circulan por propiedades rurales.