No es una casualidad que el agregado del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, Brian Skaret, haya estado presente uno de los días del juicio contra el ex senador Óscar González Daher en el mes de julio pasado, o que el encargado de negocios de la Embajada norteamericana, Joe Salazar, haya apoyado abiertamente la reelección del contralor general Camilo Benítez el pasado jueves.
Para el analista internacional, ex senador y doctor en Ciencias Jurídicas Mario Paz Castaing, resulta evidente que las instituciones que se encargan de velar por los intereses del país, o aquellas que deben luchar contra la corrupción, se encuentran muy frágiles y, por ende, el control o el seguimiento de los EEUU se torna más significativo.
Para el ex parlamentario, sin embargo, esto no podría constituir una intromisión en los asuntos internos de nuestro país.
“Es una situación prácticamente indeseada que un país extranjero esté supervisando las cuestiones institucionales nuestras, seria inadmisible. Yo creo que evidentemente hay unas circunstancias que pueden ser fruto de la casualidad o fruto de la coincidencia. No le quiero dar esa connotación, pero de todas maneras no tenemos una situación que sea una manifiesta intervención extranjera para la toma de decisiones”, afirmó.
Señaló que si bien llama la atención lo que hace EEUU, expresó, no obstante, que no es la primera vez, y que con gobiernos anteriores ya ocurrieron llamados de atenciones similares.
“De que esté bien o esté mal, en términos de la diplomacia usual, no coincide realmente con los códigos que se utilizan en esta circunstancia. Llama la atención, pero tampoco es la primera vez. En otros gobiernos, en otros mandatos constitucionales también ha sucedido eso, y eso es producto probablemente de la continua fragilidad de nuestro sistema institucional, y eso amerita un examen fuerte en el momento de tomar las decisiones de saber quiénes van a ser nuestros gobernantes y de qué manera se comporta la sociedad frente a los gobernantes. Esa es toda una cuestión que debe ser evaluada por la sociedad en los momentos claves, por ejemplo, en las elecciones municipales, las generales y ahí tomar debida cuenta de qué camino estamos transitando para evitar la fragilidad que a veces puede lastimar las reglas tradicionalmente observadas en esta materia”, sostuvo.
Indicó que Paraguay constantemente está con problemas en sus instituciones.
“Tenemos problemas institucionales, constantemente estamos con el tema del juicio político. En todos los mandatos constitucionales desde 1989 hasta la fecha han sufrido los vaivenes propios de estas fragilidades, amenazas de juicio, o juicios políticos no solo a miembros del Ejecutivo, sino del Poder Judicial y situaciones así cada tanto han puesto en zozobra la parte institucional del país. Estas son las cosas que nosotros no consolidamos en nuestra democracia y nos exponemos en un mundo interconectado y globalizado, nos expone a cuestiones que representa lo que estamos pasando”, agregó.
VETADOS. Existen tres autoridades paraguayas comprometidas con hechos de corrupción, pero impunes, a la lista que abrió Estados Unidos y los consideró significativamente corruptos, prohibiéndoles la entrada a su país.
El primero es el ex senador y ex presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados Óscar González Daher, procesado por tráfico de influencias y asociación criminal, enriquecimiento ilícito, declaración falsa y lavado de dinero.
El segundo, ex fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, acusado de enriquecimiento ilícito.
Y el tercero es el diputado colorado y precandidato a intendente de Ciudad del Este Ulises Quintana, imputado por tráfico de drogas y otros hechos.
La designación o declaración de “persona significativamente corrupta” implica retirarles las visas, prohibirles de por vida la entrada a territorio norteamericano, así como a sus familiares directos.
Tenemos problemas institucionales, constantemente estamos con el tema del juicio político, desde el 89 hasta hoy.
Es producto de la continua fragilidad de nuestro sistema institucional, y eso amerita un examen fuerte.
Mario Paz Castaing,
analista internacional.