“La prioridad debe ser aplicar un programa económico creíble, en el cual se logre un equilibrio en los estímulos a la economía y los apoyos a la población en estos tiempos difíciles, sin perder de vista la estabilidad macroeconómica”, dijo Georgieva este miércoles a la prensa en la reunión anual del FMI en Washington.
El gobierno del presidente de centro-izquierda Alberto Fernández, que asumió en diciembre del 2019, no ha presentado aún un plan económico, a la espera de definir metas con el FMI.
“Queremos ser aliados de Argentina. Confiamos en la determinación política para que el país supere los ciclos de asenso y descenso de la economía, que lo han caracterizado históricamente”, añadió.
Argentina, que atraviesa su tercer año de recesión, negocia actualmente con el FMI un nuevo programa crediticio, luego de dejar en suspenso el acuerdo stand-by suscrito en 2018 por 57.000 millones de dólares, de los cuales recibió 44.000 millones hasta 2019.
Una misión del Fondo estuvo la semana pasada en Buenos Aires, en su primera visita exploratoria. La delegación debe regresar a mediados de noviembre al país para comenzar las discusiones sobre un nuevo acuerdo.
“Argentina enfrenta retos enormes. Se encuentra en una recesión profunda, las condiciones sociales se deterioran y los desequilibrios económicos se agudizan”, dijo Georgieva.
Según las proyecciones del FMI, la economía argentina sufrirá una caída de 11,8% este año y tendrá una recuperación de 4,9% en 2021.
La pobreza alcanza a 40% de la población y la inflación cerrará este año en alrededor de 40% anual en el país sudamericano. Argentina lleva dos años y medio en recesión, con alta inflación, devaluación de su moneda, elevados niveles de pobreza y una pesada deuda externa. AFP-EFE
