La agente fiscal Carolina Martínez llevó adelante una junta médica en torno a la investigación abierta a raíz del contagio de VIH de un niño, en el proceso de su tratamiento de cáncer, con el objetivo de esclarecer el caso y determinar responsabilidades.
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La junta médica fue establecida recientemente a los efectos de determinar la responsabilidad de un hecho punible contra la integridad física del que resultara un menor de edad, según la denuncia realizada por los progenitores durante el proceso de tratamiento contra el cáncer en el Incan, cuando se habría contagiado con el VIH.
El hecho habría ocurrido entre los años 2011 y 2013, en tanto que la detección del Sida se dio en el año 2019, cuando el menor ya se encontraba en un estado muy avanzado de la enfermedad.
La Fiscalía puso a disposición de la junta médica, conformada por profesionales peritos del Ministerio Público, Médica Pediatra Tratante y la Encargada del Banco de Sangre del Incan, el historial clínico completo de todas las instituciones sanitarios que se encargaron del tratamiento del menor durante el tiempo de sus dolencias.
En ese sentido, indicaron que se cuentan con los elementos para dictaminar sobre los puntos de pericia propuestos por las partes y así llegar a determinar la responsabilidad en el ilícito investigado.
Hasta el momento se sospecha que la pediatra nunca pidió ese análisis y de todas formas autorizó una cirugía por infección en el oído y luego otro médico de clínicas fue quien solicitó la prueba, pre aparatosa y de esa manera se detectó.