29 mar. 2024

Falta decisión política en lucha contra el crimen organizado

Tras el atentado en el que fue asesinado el presunto narcotraficante Ederson Salinas Benítez, en el estacionamiento de un supermercado en Asunción, se llamaron a silencio no solo las autoridades del Poder Ejecutivo sino también toda la clase política. Las autoridades policiales y de inteligencia siguen colectando información sobre el presunto narco muerto, mientras nadie da explicaciones acerca de la impunidad con que este se desenvolvía. Ante la crisis que vivimos es casi imposible no sospechar que el silencio en realidad es complicidad.

La utilización de dinero sucio en las campañas políticas es un hecho sobre el cual se ha debatido, aunque sin consecuencias para evitar que la práctica continúe. Mientras el narco y el crimen organizado han infiltrado no solo la práctica política sino también muy probablemente las instituciones del Estado, el sicariato se ha extendido por todo lo largo y ancho del territorio.

Sus acciones en zonas urbanas, avanzando desde el territorio de las fronteras que eran su campo usual de acción, son una prueba de que el crimen organizado viene filtrando en Asunción como en el área Central desde hace años. Se presume el inicio cuando Pablo Jacques, amigo de Jarvis Chimenes Pavão, fue emboscado y acribillado junto a su pareja, además de un niño que junto a su padre fueron víctimas luego de visitar al narco. Según la Fiscalía, el aumento de los casos de sicariato se registró en el 2021, cuando se produjeron 13 muertes violentas a manos de sicarios en Asunción y Central.

Es una situación bastante inquietante para la ciudadanía la sospecha de que en el desarrollo de cualquier tipo de actividad cotidiana puede ser testigo e incluso víctima colateral de un enfrentamiento entre narcotraficantes o la intervención de un sicario.

El asesinato del supuesto narco Ederson Salinas Benítez, también conocido como Ryguasu, en el estacionamiento de un supermercado de la capital traslada el eje del conflicto muy cerca de donde se desenvuelve la mayoría de la población del país. Para el criminólogo Juan Martens, el nuevo escenario se explica pues Asunción es más grande y más anónima que la zona de frontera, y aquí la gente pasa más desapercibida. Además, y esto es sumamente grave, la capital del país ofrece infraestructura logística para los negocios sucios, están el sistema portuario y un bien organizado sistema para el lavado de dinero.

Todas estas condiciones se unen a otro factor que permite el cierre del círculo y se explique lo preocupante de la situación: la fragilidad institucional de las fuerzas de seguridad. De otra forma no se explica que el negocio narco y el crimen organizado se hayan instalado en Asunción, en lujosos edificios y circulen tranquilamente entre nosotros.

Esta señalada fragilidad de las fuerzas de seguridad explica al mismo tiempo la impunidad reinante, basada sobre todo en la complicidad de la clase política, que fue la que le abrió las puertas al dinero sucio para financiar sus campañas y candidaturas, con el pago de favores respectivo marcando de esta manera su influencia en las decisiones políticas. Ese círculo vicioso se completa con delincuentes y sospechados de contactos narcos ocupando curules en el Parlamento Nacional.

El país no se puede permitir seguir tocando fondo. Permitir que continúe la nefasta injerencia del dinero sucio en política va a socavar las instituciones, las que, débiles, no podrán –como ahora– presentar resistencia alguna al accionar del crimen organizado.

El Paraguay se encuentra peligrosamente muy cerca del riesgo de perder el control de su propio territorio ante el avance de la delincuencia; realidad que ya se ha vivido en países vecinos donde se han establecido zonas liberadas para el narco y el crimen organizado. La historia nunca tiene un buen final.

En estos días nos encontramos ante un gran desafío como nación, el de defender no solamente nuestra soberanía y el sistema democrático. No queda otro camino que no sea el de las acciones desde un estado de derecho, autoridades comprometidas y una clase política que solo piense y priorice el bienestar de la ciudadanía por encima de sus propios mezquinos intereses.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.