Tras dos años de desaceleración por la suba de las tasas de interés y la reducción de la inversión pública durante el cambio de gobierno, la industria de la construcción muestra ahora un repunte discreto, explicó Cubilla.
“Se observa dinamismo en proyectos de infraestructura vial y de vivienda social; en cambio, el ritmo es más moderado en el ámbito privado, sobre todo en oficinas y desarrollos comerciales”, agregó.
El sector de la construcción creció un 12,9% en el primer trimestre del año, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP). Este crecimiento fue destacado por la ministra de Obras Públicas, Claudia Centurión.
Sin embargo, el titular de la Cámara Paraguaya de la Construcción (Capaco), José Luis Heisecke, manifestó que el sector atraviesa por incertidumbre, obras sin financiamiento y deudas –reclaman que el Estado debe alrededor de USD 150 millones–, durante los primeros dos años del Gobierno de Santiago Peña.
incremento. En materia de inversión, la arquitecta señaló un aumento en el segmento residencial medio y alto, impulsado por capital extranjero que financia desarrollos inmobiliarios en Gran Asunción. Entre los avances del sector destacó la modernización de normativas y la adopción de sistemas constructivos más eficientes, así como una mayor presencia de energías renovables en las edificaciones. También resaltó el crecimiento de la construcción modular y prefabricada, que contribuye a reducir costos y plazos de obra.
Añadió que la incorporación de criterios de arborización urbana, drenaje sostenible y la unificación de veredas no solo mejoran la estética y la accesibilidad, sino que reduce costos futuros asociados a daños por inundaciones y erosión. Asimismo confirmó la expansión del uso de tecnologías digitales y materiales sostenibles, y el surgimiento de proyectos de gran escala que posicionan al país como destino atractivo para inversores regionales.
“Se espera que la inversión extranjera directa continúe llegando, principalmente desde Brasil y Argentina; aunque Bolivia se ha posicionado fuertemente en el último semestre, buscando diversificación en real estate y logística”, afirmó Cubilla. En ese marco, reiteró que el grado de inversión otorgado por la calificadora de riesgo Moody’s a Paraguay sigue siendo un factor clave para atraer financiamiento externo.
OBSTÁCULO. Entre las dificultades, la arquitecta apuntó a la dependencia de la inversión pública y su ejecución irregular. Cuando las obras estatales se paralizan, por razones fiscales o administrativas, se produce un efecto dominó que interrumpe cadenas de trabajo y genera incertidumbre en contratistas y proveedores. Otro obstáculo para el rubro es la falta de créditos a largo plazo y en condiciones competitivas, pues las elevadas tasas encarecen la financiación de proyectos y retraen a desarrolladores y compradores potenciales, detalló. “La otra dificultad del sector son los altos costos financieros para el sector privado y la falta de acceso a créditos fiduciarios a precios competitivos”, expresó.
Indicó que a esos factores se suman la escasez de mano de obra calificada en especialidades técnicas y los problemas estructurales en infraestructura urbana –drenaje pluvial, redes cloacales, capacidad eléctrica y transporte público– que obligan a inversiones complementarias, encarecen los proyectos y demoran su ejecución.
“El sector de la construcción paraguayo tiene por delante el desafío de adaptarse a un entorno económico más exigente, donde la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad serán factores determinantes. Si se logra consolidar un marco de financiamiento más accesible y una política pública consistente en infraestructura, el sector puede seguir siendo uno de los principales motores de la economía nacional en los próximos años”, afirmó.