Para los amantes de la buena lectura, las historias y las vivencias de Don Ramón (de El Chavo del 8) llegó el libro Con permisito dijo Monchito, de la mano de Esteban Valdés, hijo del comediante y quien trajo la historia detrás del personaje para todos los seguidores de Monchito.
Un legado hecho con Felicidad
Con permisito dijo Monchito es un compendio de relatos e historias que revelan la vida de Ramón Valdés detrás de cámaras, incluyendo en sus páginas anécdotas familiares, influencia de Ciudad Juárez, y su creatividad para enfrentar las dificultades económicas. Don Ramón fue un reflejo intrínseco de la vida del actor, quien nos deja un legado y un gran mensaje: “Nunca pierdan el sentido del humor”.
El libro se encuentra a la venta en todo el mundo y ocupa el lugar número uno en ventas dentro de la plataforma Amazon, siendo un éxito en ventas. La distribución está a cargo de Anka Ediciones para Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Chile.
Con permisito dijo Monchito se encuentra actualmente recorriendo de la mano de su creador varios países y participando de feria de libros, presentaciones especiales y no se descarta su arribo el próximo año a nuestro país.
Durante dicha gira, el escritor se tomó un tiempo para conversar con ÚH y comentar más detalles detrás del libro, que fue hecho como un homenaje al legado personal de un artista que también conquistó a toda nuestra tierra guaraní. “Esta obra es un libro biográfico, escrito por mí, desde la perspectiva de un hijo, hablando de su padre y de su familia en general. Es un libro familiar, que incluye todas las situaciones y dificultades a las que mi papá y nosotros nos enfrentamos, porque el libro habla de la vida de Ramón Valdés antes de ser famoso, eso es lo importante que la gente sepa”, inició.
Manifestó que en sus páginas, los lectores encontrarán muchas lecciones de vida, con valores y mensajes positivos y consejos que se pueden tomar para el día a día. La idea de tan interesante escrito es la de traspasar fronteras, para darles las gracias, de cierta forma a todas las personas que aman a Don Ramón.
“Este libro, por decirlo así, es como una carta que yo les puedo enviar a cada uno de ustedes para que lean la vida de Ramón Valdés. Creo que es algo que me inspiró el saber del amor que sienten por mi papá. A cambio, yo les regalo esta historia”, aseguró.
¿La parte más importante del libro? Fue la pregunta y Valdés respondió que se divide en dos: la historia del ser humano antes de ser famoso y las últimas horas de vida del actor.
“La gente, cuando lea el libro y se dé cuenta de que estamos hablando de Ramón Valdés y no del personaje, se va a dar cuenta de que eran igualitos. A veces, no teníamos qué comer, no teníamos una cama para dormir, mi papá solía dormir en el suelo. Eso lo vivimos en la vida real y luego lo ves en la vecindad. A veces, debía la renta, tenía que criar a una hija solo, esa es la parte mágica del libro. Todo lo que muestra Don Ramón en El Chavo nosotros lo vivimos en la vida real”, comentó.
Un papá de 10
Esteban recordó a su padre como un hombre muy afectuoso, amoroso. Un padre, muy “maternal” con sus 10 hijos, atento y ayudaba siempre a su esposa.
Refirió que, al igual que el personaje de Don Ramón, su papá tenía múltiples oficios, como carpintero, vendedor de comida, tocaba la guitarra, cortaba el pelo y vivía de eso en muchas ocasiones. “Todo eso, mi papá lo sabía hacer en la vida real, te dije no teníamos una cama para dormir, pero mi papá cortaba la madera, usaba los clavos y nos hacía nuestra cama a nosotros, porque sabía medir, cortar y hacer un mueble, una cama, una mesa, entonces esa es una parte importante del libro”, recordó.
En cuanto a la parte triste del libro, con la cual arranca la historia con el capítulo El último viaje, dice: “Fue el último viaje que yo hice con mi papá en una autopista, llevándolo ya al hospital donde él finalmente murió, pero hasta esa situación mi papá nos enseñó algo positivo, porque muchas cosas que vivimos, mi papá las transformó en algo hasta divertido y yo lo enfatizo cada vez que tengo una entrevista, mi papá dos días antes de morir, si no es que un día antes de morir, hizo su última broma, hizo una broma, ya casi inconsciente, hizo una broma”, recordó.
¿Cuál fue esa broma? Le consultamos emocionados, pero nos invitó a leer el libro para reír con lágrimas de felicidad.