El abogado Hugo Valiente encontró entre las evidencias una escopeta, calibre 12, marca Maverick, con número de serie MV 51657a. Según la denuncia, la Fiscalía incluyó la escopeta entre las cajas.
No obstante, esa arma fue denunciada como robada una semana después de la masacre por Roosevelt César Benítez Molinas, de 70 años, un general retirado. Fue encontrada detrás de la parroquia San Isidro Labrador el 25 de junio del 2012, una semana después del enfrentamiento.
Fue el vicario parroquial, Lucio Godoy Medina, quien avisó de la aparición de la escopeta en el lugar. El general retirado manifestó que le habían robado la escopeta el 22 de junio, en horas de la noche.
Pero también declaró ante la Fiscalía que no tenía conocimiento de lo que había ocurrido en Marina Cué.
Posteriormente, el fiscal Jalil Rachid remitió esta escopeta al laboratorio forense y la incluyó como evidencia, que fue exhibida en la audiencia preliminar, como también 3 cartuchos calibre 12 sin percutir, entre otras cosas.