Muchas inclusive tienen cancelado el pago por su lote en el ente, aunque todavía no accedieron al título de propiedad. Otras todavía no pudieron cancelar su pago, debido a que en la institución se niegan a cobrarles.
Nada de eso parece importar, ya que a toda costa, según denuncian, la institución busca quedarse con las tierras, alegando “la recuperación”, por supuestamente estar ocupadas por personas que no califican como sujetas de la reforma agraria.
Es que el Indert reubicó en la colonia, a finales de 2014, a unas 96 familias, sin tener la cantidad de hectáreas necesarias para ellas. Las familias fueron instaladas en apenas 147 hectáreas, con el compromiso del Indert de que más adelante recuperaría otras 624 hectáreas para distribuirles.
Son 80 familias que resisten en la colonia a lo que consideran un avasallamiento a sus derechos. Las mismas ya acudieron a distintos organismos sociales en busca de ayuda y así también al Congreso Nacional. Inclusive, desde hace tiempo vienen solicitando audiencia con el presidente del Indert, Justo Cárdenas, quien no los recibe.