Es más, tanto el cartista Enrique Riera como la senadora de Patria Querida, Georgia Arrúa, se consideran honorables y se opusieron abiertamente a este proyecto.
Paraguayo Cubas leyó algunas definiciones entre ellas de la Real Academia Española, y luego hizo hincapié que en todo caso deberían estar en el cargo ad honorem, sin cobrar salarios.
“Les pido que la Cámara de Senadores sea expresada así y punto, sin agregar más, y mucho menos de honorable senador”, sentenció.
Riera consideró que eso significaba autorrebajarse. “Yo me considero honorable”, aseguró el cartista.
Arrúa cuestionó que se quiera menoscabar la institución, y sugirió que se presenten leyes importantes.
“No creo que porque el Senado resuelva dejar de ser honorable, se solucionen los grandes problemas”, dijo.
“Me considero una persona honorable”, señaló, y anunció su rechazo.
Cubas por su parte alegó que él no es honorable, y que en la Constitución Nacional no figura esa palabra para la Cámara de Senadores ni la de Diputados.
El cartista Sergio Godoy coincidió con Payo e indicó que más allá del título se tiene que cuidar la conducta.
Se necesitaban 14 votos para que prospere la ley, pero solamente hubo 11.