09 jul. 2025

En casa de Victor Hugo

París, 24 jun (EFE).- Coloso literario y amante turbulento, Victor Hugo vivió y escribió en la muy parisiense Plaza de los Vosgos durante 16 años, un apartamento en el barrio del Marais que estos días reabre sus puertas al público.

Fotografía facilitada por la Casa-Museo de Víctor Hugo de una de las habitaciones de su apartamento del número 6 de la Plaza de los Vosgos, en el barrio del Marais (París), que estos días reabre sus puertas al público. EFE

Fotografía facilitada por la Casa-Museo de Víctor Hugo de una de las habitaciones de su apartamento del número 6 de la Plaza de los Vosgos, en el barrio del Marais (París), que estos días reabre sus puertas al público. EFE

Es esa figura que no se agota nunca, que encabeza el ilustre Panteón republicano y que, hace apenas un año, se impuso en el bullicio de Twitter con el “hashtag” #FuckHugo, la reacción de unos escolares reticentes a revisar las obras del prohombre para acceder a la universidad. En Francia, Hugo está por todas partes.

“Los franceses mantienen un vínculo complejo con su legado, a veces quizá de hartazgo o indiferencia, pero el caso es que sus textos permanecen muy vivos, muy presentes”, corrobora a Efe el director de la Casa-Museo de Víctor Hugo, Gérard Audinet, quien ha supervisado la renovación del edificio.

Al margen de la escritura, el autor de “Los Miserables” fue un político controvertido, un dibujante de talento y un amante pluriempleado que alimentaba cierta vocación por la decoración de interiores, una pasión algo más prosaica que desplegó en el número 6 de la Plaza de los Vosgos.

Aquel Hugo había dejado atrás la miseria, vendía todo lo que firmaba y acabó transformando los cerca de 280 metros cuadrados de la vivienda en un particular gabinete de curiosidades donde recibía a la sociedad de la época, hasta que el golpe de Estado de Luis Napoleón Bonaparte le condenó al exilio.

Para entonces, el novelista había logrado rediseñar el mobiliario, revestir los muros de grabados a su gusto y diseñar un pasadizo entre su cuarto y una calle adyacente para facilitar el tránsito de amantes ante el estupor de “madame Hugo”. “No compartían el mismo temperamento”, precisa Audinet con cierto pudor.

Rescatado por la ciudad en 1902 al poco de la muerte del escritor, el edificio funciona hoy como un templo dedicado a su obra repleto de escolares que siguen las explicaciones de los historiadores entre una red de bustos del escritor.

La visita desemboca frente a la cama adoselada donde falleció el autor, escoltada de un océano de objetos sin fin aparente -su dueño fue un acumulador patológico- y una improbable serie de mesas altas: Hugo, que padecía problemas de circulación en las piernas, escribía de pie.

El genio contaba solo 30 años y un bagaje editorial más que sólido cuando se mudó junto a su mujer Adèle y los cuatro hijos de ambos a la famosa vivienda, donde residiría entre 1832 y 1848. Allí comenzó “Los Miserables” y, en paralelo, concluyó su matrimonio.

“Era un Par de Francia y gozaba de especial protección, de modo que le recomendaron encerrarse en la escritura después de que un marido despechado le sorprendiese junto a su mujer”, relata Audinet para sugerir lo que parece evidente, que el escritor fue más fiel a sus amantes que a su esposa.

Ella, que le proscribió del lecho conyugal, se había enamorado antes del también literato Sainte-Beuve, amigo del propio Hugo e integrante del famoso cenáculo romántico que este impulsó en los Vosgos.

A las fiestas se sumaba el vecino y poeta Theophile Gautier, que no era romántico pero sí creía en el poder creativo del alcohol.

Eran los años efervescentes del Romanticismo y su “patrón”, como apoda Audinet al novelista, reunía al propio Gautier junto a Balzac, Dumas o Mérimée en unos trajines literarios donde Hugo asumía el rol de padrino.

El asunto reside en saber si ese padrinazgo podría extenderse a la literatura gala. En su último número, el bimensual literario “Le Magazine Littéraire” zanjaba los varios y encarnizados debates que rodean a la simbólica figura del Gran Escritor Nacional para atribuir tal rango al padre de Quasimodo o Jean Valjean.

“No hay duda, se da por hecho que es nuestra referencia nacional”, tercia Audinet. Después de todo, el escritor ya aspiraba a ello cuando garabateó en un cuaderno escolar aquella promesa: “Seré Chateaubriand o no seré nadie”.

Los años le concedieron algo mejor: aquel adolescente se convirtió contra todo pronóstico en Victor Hugo, “primer escritor de Francia”. Con gesto grave, los bustos parecen asentir.

Por Carlos Abascal Peiró

Más contenido de esta sección
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizará una gira del 20 al 24 de julio en la que visitará Chile, Uruguay y Paraguay y se entrevistará con los presidentes de los tres países.
El presidente de EEUU, Donald Trump, se irritó visiblemente este martes al ser preguntado por el fallecido Jeffrey Epstein un día después de que el FBI confirmara su muerte por suicidio y concluyera que no hay evidencias de que el financiero, acusado de tráfico sexual de menores, mantuviera una “lista de clientes” para chantajearlos.
Un impostor utilizó la inteligencia artificial para imitar la voz y el estilo de escritura del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, en comunicaciones con varios funcionarios estadounidenses y extranjeros con el objetivo de obtener acceso a información sensible, según reportan medios este martes.
Aviones Super Tucano de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) interceptaron vuelos irregulares durante la cumbre del BRICS, que se realizó en Río de Janeiro. Los vuelos interceptados violaron el espacio aéreo restringido, según las autoridades del vecino país.
Las negociaciones entre Israel y Hamás sobre un alto el fuego en Gaza se reanudaron este martes en Catar, mientras que en Wahington Donald Trump presionó al primer ministro israelí para alcanzar un acuerdo que ponga fin a la guerra.
Varios camiones con medicinas y material sanitario de la Organización Mundial de la Salud (OMS) entrarán este martes en la Franja de Gaza, dijo en un mensaje el Ministerio de Sanidad del enclave, que pidió a la población proteger los cargamentos para asegurar que lleguen a los hospitales.