La dirección del MAS, que dirige Morales, calificó de “traidor” al Gobierno de Arce, luego de que el ministro de Justicia, Iván Lima, dijera que demandará al ex presidente (2006-2019).
“Con esta alta traición, imposible que la base va a permitir que pueda ser reelecto (Luis Arce) en las primarias (...) él tendrá que buscar su propia estructura política...”, advirtió Gerardo García, vicepresidente del MAS.
Según García, si Arce “quiere hacer su candidatura, que lo haga, está en su derecho, pero debería por moral incluso renunciar (...) cualquiera que quiera ser candidato estando en ejercicio de la presidencia, seis meses antes debería de renunciar y no aprovecharse en las campañas”.
Morales y el MAS también señalaron este miércoles que el Gobierno de Bolivia busca con una “maniobra judicial” inhabilitarlo de cara a las elecciones de 2025, así como también han querido procesar a varios legisladores “evistas” que han denunciado hechos de corrupción al interior del Gobierno.
“Si ellos están provocando con esta amenaza (de un juicio) de querer inhabilitar a nuestro presidente del instrumento político del MAS de su candidatura o a que él no vuelva a ser presidente del instrumento están equivocados, el pueblo se va a movilizar”, señaló García.
Los dirigentes del MAS afirmaron que con Luis Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca, “se rompió todo” y ahora son “el agua y el aceite”.
En los últimos días las pugnas al interior del partido gobernante subieron de tono luego de que Morales afirmara que un bufete de abogados que pertenece al ministro Lima “defiende o asesora a una empresa que procesa al Estado por 35 millones de dólares”.
Lima advirtió con demandar a Morales porque que “no va a tolerar más mentiras”.
La división en el MAS se inició en 2021 entre seguidores de Morales, de línea radical, y de Arce, considerados “renovadores”, con denuncias mutuas que, además, han llevado a que ambos por separado estén proclamando a uno y otro como candidatos para las elecciones de 2025.