Bejarano resaltó en conversación con ÚH los avances que se tienen en relación con la construcción del gasoducto bioceánico, proyecto que se considera clave para la diversificación energética y la prospección de gas natural en el país.
“El ícono último principal que tuvimos fue la firma del memorándum de entendimiento con la Argentina. Ahora estamos pretendiendo que eso avance con Brasil, pero paralelamente a eso se viene trabajando para la construcción de un pliego licitatorio para la factibilidad y, por otro lado, el modelo de negocio concesión”, dijo.
El viceministro reconoció que estos pasos aún llevarán un tiempo, pero se mostró optimista de que se pueda hacer realidad durante el siguiente quinquenio. “Entendemos que todos a esta altura necesitan y tienen esta integración gas a nivel regional”, agregó.
Insistió que la instalación del gasoducto sería clave para la diversificación energética del país, según las proyecciones del Gobierno.
La fusión del Viceministerio de Minas y Energía con el Ministerio de Industria y Comercio (MIC), propuesta mediante un proyecto de ley, busca dotar a la institución de las facultades necesarias para poder coordinar de forma integral al sector energético, según explicó Bejarano.
“Lo que va a traer esto es un ordenamiento, una posibilidad real de poder coordinar el sector energético integral, bioenergía, los hidrocarburos. Se busca crear un ministerio que pueda llevar adelante el conglomerado energético integral. Lo vemos como una señal muy clara de que pretendemos darle orden y un impulso muy importante al sector de la energía”, dijo el funcionario.
Inversión necesaria. El gasoducto, que requerirá de multimillonaria inversión, prevé una extensión total de 1.050 km, de los cuales 530 km pasarían por el territorio nacional. Se estima que 30 millones de metros cúbicos diarios será la capacidad que tendría el gasoducto.
El proyecto significará una inversión total aproximada de USD 2.000 millones (USD 2 billones según la métrica norteamericana), de acuerdo con las estimaciones dadas a conocer. De esta cifra, Paraguay deberá conseguir el financiamiento de USD 1.000 millones para cubrir la construcción dentro de su territorio.
Nuevas fuentes. En lo que respecta a las nuevas fuentes de generación de energía, la ANDE considera 5 de ellas, de las que dos son opciones soberanas, es decir, dependen solo del Paraguay.
Paneles fotovoltaicos (solares), baterías, otras tecnologías, que son las pequeñas centrales hidroeléctricas, así como el aumento de potencia en la central hidroeléctrica de Acaray, son algunas de las opciones. Otra opción soberana es la de las centrales hidroeléctricas de bombeo, que se utiliza en países como Canadá, Australia y Brasil.