Empleados de la emblemática Cañas Paraguayas Sociedad Anónima (Capasa), una de las empresas estatales, se aglutinaron en la mañana de este lunes en Asunción para protestar ante las nulas respuestas y acciones por parte del Gobierno frente a la crítica situación financiera de la firma.
Javier Villalba, secretario general del sindicato de Capasa, señaló a ÚH que decidieron movilizarse para exigir al presidente de la República, Santiago Peña, “una decisión que permita a la empresa seguir operando que, a causa de la pésima gestión de José Ocampos, hoy día se encuentra inactiva y con muchas deudas”.
Los trabajadores marcharon en las inmediaciones de la firma, ubicada sobre la calle Palma esquina Garibaldi, en la capital del país, portando carteles con frases como "¡Capasa no se cierra!, “José Ocampos, hacete cargo de tu mala administración”, “Exigimos el pago de IPS para contar con cobertura médica” y “Queremos cobrar nuestros salarios”.
Según había explicado Villalba, la mala administración en la entidad ya dejó a los trabajadores sin sus salarios de al menos tres meses, sin cobertura del seguro social en el Instituto de Previsión Social (IPS) e incluso algunos servicios como luz y agua se les está cortando, ante la falta de pago.
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Detalló que la deuda en concepto de salarios para todo el personal ronda los G. 600 millones mensuales, mientras que, de acuerdo con documentos que facilitó a ÚH, los compromisos acumulados pendientes con el IPS ya totalizan G. 713 millones, y G. 494,5 millones corresponden a préstamos con el Banco BASA, entre otras deudas.
Actualmente, son alrededor de 170 los empleados directos que son afectados por la crítica situación de Capasa, a los que se suman las personas que operan en el proceso de producción, como distribuidores, proveedores de materia prima, cortadores, entre otros, alcanzando a aproximadamente 2.000 familias.
Villalba había explicado que, con el fin de contener la situación, Manuel Chávez, quien fue designado por Peña como titular de la entidad en junio pasado, ya solicitó al Gobierno una inyección económica de alrededor de USD 2 millones para volver a hacer operativa la entidad, lo cual no fue respondido por el Gobierno.
Por ende, volvieron a solicitar al menos el fraccionamiento de ese monto, lo cual tampoco se les concedió, por lo que urgen que el Gobierno les dé una respuesta a fin de salvar a la empresa pública. Si la firma deja de operar definitivamente, las históricas marcas de caña Aristócrata y Parapití, producidas por Cañas Paraguayas, podrían escasear.