La ceremonia fue presidida por el padre Aldo Bernal, administrador parroquial y canciller de la Arquidiócesis de Asunción, quien destacó la importancia de este encuentro comunitario para la Iglesia.
Uno a uno, los padrinos y madrinas fueron acercándose con sus ahijados en brazos hacia la pila bautismal. Los pequeños, acompañados también por sus padres y familiares, recibieron el agua del sacramento, signo de vida nueva en la Iglesia.
En su homilía, el padre Bernal recordó la festividad de Santa Rosa de Lima, resaltando su figura como referente de santidad en América Latina. De Santa Rosa, Rosa de Lima, Rosa de América, nuestra primera santa de nuestro continente. Entonces, nos alegramos y damos un gran aplauso a Santa Rosa en su día. Hoy le celebramos a ella”, señaló.
El sacerdote explicó el significado profundo del bautismo y se refirió a los bautizados como nuevas criaturas, hijos de Dios. ‘‘Hoy, hoy estos niños y niñas serán inscritos en el libro de la vida. Eso es importante. Van a entrar en el libro de la vida”.
Mientras se realizaba el rito, el padre Bernal subrayó los elementos que acompañan la ceremonia. “El agua, el aceite, la luz, signo de nueva vida, signo de bendición, signo de nueva experiencia de vida. Trabajo en comunidad, trabajo en Iglesia”, expresó.
El administrador parroquial también valoró la entrega de servidores, diáconos y familias que acompañaron la jornada. “Ellos tienen su familia y han decidido vivir la vida de Dios, a vivir la vida cristiana”.
Finalmente, animó a los presentes a no perder la alegría de la fe, incluso en los gestos más sencillos y pidió “que el Señor bendiga, que el Señor ayude, que todo sea motivo de alegría, porque afuera todos van a salir a expresar la vida como hijos e hijas de Dios, y que ‘‘nos dé la fortaleza y el ánimo a seguir adelante”.