16 nov. 2025

El sueño de Szarán “menos violencia y más violines para el futuro del Paraguay”

A propósito de la condecoración recibida recientemente, con la Gran Cruz, el director de la OSCA analizó el “efecto milagro” de la música en la juventud y su objetivo de lograr cambios sociales concretos en la actitud de las personas.

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El maestro Luis Szarán recibió la Orden Nacional del Mérito y reafirmó la misión de Sonidos de la Tierra como una “escuela de vida” que impulsa la creatividad, la solidaridad y la contención social.

Foto: Dardo Ramírez ÚH

El maestro Luis Szarán fue reconocido por el Gobierno del Paraguay con la Orden Nacional del Mérito en el Grado de Gran Cruz en una ceremonia celebrada el miércoles 12 de noviembre, en el Teatro Municipal Ignacio A. Pane de Asunción.

Durante el acto se presentó el adelanto del tercer capítulo de la serie documental Mborayhu Porã / Luis Szarán, una producción que celebra la esencia del Mborayhu porã –el amor desinteresado del pueblo Mbyá Guaraní– y que en esta edición pone en valor la vida y el legado del maestro Szarán.

El acto contó con la presencia del presidente de la República, Santiago Peña; la primera dama de la Nación, Leticia Ocampos, y la ministra de Cultura, Adriana Ortiz.

En una entrevista con Última Hora, Szarán habló de la importante distinción y destacó que se siente “muy agradecido” por la condecoración.

También admitió que es el mismo agradecimiento que siente por anteriores homenajes que calificó “de gran valor”, los que le otorgaron en Francia, Italia y Alemania.

“Más allá de alimentar la vanidad, estas me mueven a un compromiso de seguir contribuyendo a la sociedad, en los variados frentes en los que desarrollo mi carrera”, expresó.

Reflexionó además que como figura visible de varios proyectos, “aparezco con méritos que son de muchas personas. Un director sin orquesta no es nadie”.

“Con los músicos se trabaja la materia artística y, si hay conexión, respeto y objetivos bien enfocados, se llega a la excelencia artística y a la comunicación profunda con el público”, resaltó.

Además, sumó que en cada sitio donde trabaja cuenta con directorios y consejos integrados por personas “del más alto nivel intelectual y de experiencia en gestión empresarial”.

Estas personas, cualificó, “son las que más aportan con miradas a largo plazo y ayudan a mantener una gestión exitosa y transparente”.

Trayectoria internacional e identidad paraguaya

“Cada vez, siento que hay mayor interés por el Paraguay y, en especial, por su cultura”, comentó Szarán, quien cuenta con más de 2.500 conciertos dirigidos en América, Europa y Asia.

El director artístico del Ensamble Zipoli de Venecia asegura que la identidad y la cultura musical paraguaya permanecen presentes y siempre busca que sean comprendidas por audiencias diversas a nivel global.

“Cuando, hace 30 años, me presentaban a las orquestas que debía dirigir en Europa y decían ‘Paraguay’, me miraban con desconfianza, relacionándolo con cosas feas: dictaduras, represión, torturas y más. Ahora me dicen, ‘por favor, cuéntenos sobre su país’, y a la par me piden música paraguaya”, explicó.

Recordó que en un reciente concierto desarrollado en Corea, prácticamente dejaron a los compositores clásicos para reemplazar el programa con guaranias sinfónicas.

“Es un efecto importante como resultado de la declaración de la Unesco. Lo mismo sucede con el interés por el barroco de las Misiones Jesuíticas. Detrás de esa historia, se descubre un país maravilloso”, detalló.

Formación y legado musical

Luis Szarán realizó sus estudios en Asunción y en el Conservatorio Santa Cecilia de Roma. Esa combinación en su formación musical influyó en su estilo de dirección, composición y enfoque hacia la difusión de la música clásica y popular paraguaya.

“Tuve la fortuna de tener maestros italianos en la cuna de la ópera y del concepto de interpretación global”, expresó.

“Fui con una muy buena formación gracias a mi maestro paraguayo José Luis Miranda. Allá, gracias a una beca del Gobierno italiano, accedí a grandes maestros como Massimo Pradella, Piero Bellugi y Luciano Berio, herederos de la gran tradición de la música clásica italiana”, aclaró.

Sonidos de la Tierra

El programa Sonidos de la Tierra es reconocido a nivel mundial, recibió distinciones como el Skoll Award y el reconocimiento del Foro Económico Mundial.

Szarán habla acerca del impacto social profundo que observa en la vida de los jóvenes y las comunidades que son parte del proyecto, a través de la música, y cómo se relaciona esto con la esencia del Mborayhu Porã (amor desinteresado), que celebra el documental del que ya forma parte.

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“En los casi 24 años de trabajo con Sonidos de la Tierra, actualmente con llegada a los 17 departamentos, descubrimos principalmente las ganas que tiene la gente de salir adelante, de progresar”, contó.

El contacto de los niños y jóvenes (ahora también adultos mayores, en algunos sitios) con la música “produce milagros”, dijo.

“Nuestra pedagogía grupal, ‘la orquesta escuela de vida’, invita a la participación activa; desaparece el famoso ‘hueso perdido’, señalado tan bien por Helio Vera”.

“Estimula el espíritu emprendedor, la creatividad, que luego se traslada más allá de la música; colabora con una mirada interior, la disciplina, la solidaridad, el trabajo en equipo, la tolerancia”.

“También encontramos muy rápidamente un mejoramiento en el rendimiento escolar, ni qué hablar de la participación en acciones que benefician a la comunidad”.

Para Szarán, el espíritu que se vive en el documental gira en torno a eso, “más que en los grandes escenarios del mundo. Buscamos que, a través de la música, haya personas más buenas. Esa es la misión final”.

Acerca del aporte de las personas que hacen posible el proyecto Sonidos de la Tierra, analizó: “Quienes más aportan son las comunidades a través de coordinadores voluntarios, docentes, autoridades y fuerzas vivas de los pueblos”.

“Es una escuela de intenso aprendizaje permanente, desde personas de alta formación en el interior hasta el solitario chamán que nos conecta con la poderosa sabiduría de la naturaleza y el sentido profundo de la vida”.

El futuro y la inspiración

Luis Szarán, nombrado Artista para la Paz de la Unesco, de cara al futuro y considerando su experiencia como director de la OSCA y creador de Sonidos de la Tierra, afirma:

“Mi sueño es que logremos no solo conciencia, sino cambios sociales concretos en la actitud de las personas hacia su vida, su relación con la sociedad y su entorno”.

El director espera que se logre reducir la creciente violencia en todo el arco social, “en ese sentido, la música contribuye mucho a la contención social. Tenemos miles de ejemplos concretos”.

“Con más guitarras y violines en manos de los jóvenes, vamos a tener en el futuro menos adultos violentos”, aseguró.

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